Los peligros actuales para la familia en Paraguay relacionada (sic) con el nuevo orden mundial y con la ideología de género. Este es el título contundente y curioso de “la charla informativa” que se está produciendo esta mañana en la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), a cargo del denominado Frente Nacional Pro Vida y Pro Familia, para la cual fueron convocados a participar funcionarios, agentes especiales y miembros de las fuerzas especiales, mediante una circular firmada por el ministro secretario Hugo David Vera Quintana.
En un Estado que se respeta y en un Gobierno que se dice serio, esto no pasaría, por lo menos en horas laborales. El nuestro es un Estado secular (laico) dentro del que no tendría que producirse este tipo de situaciones en favor de una determinada propaganda confesional, porque nos debe representar a todos, creyentes y no creyentes.
A esto también se suma la cerrazón que está invadiendo cada vez más las oficinas y cabezas de los hombres y mujeres que están administrando el Estado desde el gobierno cartista (incluye a Cartes).
Lo de la Senad, por lo institucional de la convocatoria, evidencia que ya es una orden que baja directo del Ejecutivo y sus asesores. Y más allá de que responda además a un asunto electoral, porque los religiosos son voto disciplinado cuando ven que son respaldados por algún grupo político, revive en el discurso una vieja práctica de la dictadura stronista.

El dictador tenía una sentencia que perifoneaba La Voz del Coloradismo y que era un mensaje de hierro y resumía la esencialidad de su régimen tirano: “Contra la prédica política subversiva que busca la división de la familia paraguaya”.
Como se ve, la familia era –ensartada en toda esa matriz judeo-cristiano-cartesiana– utilizada por el tirano como la perpetuadora de su gobierno asesino, desnaturalizando los sentidos de las relaciones fraternales humanas.
El sentido de fondo era que la dictadura constituía la familia a la que debía protegerse. Lógicamente a través de esas células controlaba y dominaba la actividad particular de terceros. En ese afán, desató la más sangrienta persecución contra cualquier crítico a su gobierno de muerte.
Esto de la Senad tiene un tufillo similar. La ficción de la familia bajo amenaza por un enemigo externo es la misma lógica de la Guerra Fría y su conflicto de baja intensidad. De allí hay un solo paso para otro nivel de persecución que no solo sean la intriga y las agresiones verbales públicas.
La Senad está para ocuparse de combatir el narcotráfico cada vez más vigoroso en el país, no para sostener la paranoia de ocuparse de quién copula con quién.