“La agenda climática impone límites temporales diferentes a los de algunas compañías, porque implica inversiones de mediano y largo plazo. Se debe integrar la agenda climática a la estrategia empresarial: Si el mundo no alcanza el NetZero (recortar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta dejarlas cerca de las emisiones nulas) para el 2050, Sudamérica estará entre las regiones más afectadas. Sin acción, hay una pérdida potencial del 12% del PIB para el 2070; o sea USD 2 trillones, lo que equivale al PIB de Brasil”, agregó.
Consignó que entre las estrategias que Deloitte imprime ante la crisis climática figuran orientar y asesorar al directorio de las empresas en cuestiones técnicas; permitir que los expertos participen en debates profundos; dedicar suficiente tiempo al clima y la sostenibilidad y gestionar la carga de trabajo de la junta; además de profundizar el compromiso interno y con el equipo directivo.