15 ene. 2025

Las exiliadas

Durante la dictadura stronista se produjeron masivos exilios de mujeres, como el caso de la poeta Carmen Soler, quien sufrió encarcelamientos y torturas simplemente por su posición política. Tras la caída del régimen autoritario nuevamente cobró notoriedad este fenómeno, pero esta vez por cuestiones socioeconómicas.

Las paraguayas fueron a Argentina en busca de oportunidades laborales y mejores servicios públicos, la distancia aún permitía visitas esporádicas a su terruño, pero a partir del 2000 las migraciones se dirigieron a Europa, ya las visitas se reducen o no existen, hay ingresos de remesas, pero a costa de familias obligadas a fragmentarse.

Reúnen las características de exilio porque las salidas no fueron deseadas, se dieron bajo presión ante un Estado ausente para las poblaciones vulnerables que vieron como única opción la búsqueda en otros países del sustento familiar.

Pero en la última década vimos un exilio más que afectó en particular a la joven Belén Whittingslow, alumna de la Universidad Católica, víctima de acoso sexual por parte del docente Cristian Kriskovich, quien no solo ostentaba jerarquía en la academia, sino también como miembro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y del Consejo de la Magistratura. En medio de una potente influencia en el sistema judicial fue sobreseído en la causa que data del 2014, en cambio todo el aparato de Justicia fue contra Belén por el caso de compra notas en la UCA, un delito que le atribuyen sospechosamente en lo que parece ser una coordinación interinstitucional opresora y “correctiva” dirigida a cualquier mujer que intente defender su autonomía sexual en los estrados judiciales.

Sin garantías de obtener justicia y con una orden de captura en su contra, la joven no tuvo otra alternativa que refugiarse en Uruguay, donde permanece desde hace 4 años. Si bien hay una acción de inconstitucionalidad en contra de este procedimiento, el Poder Judicial no resuelve el caso, que incluso ya llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Ante la desidia, su madre decidió encadenarse por tiempo indefinido frente al Palacio de Justicia, porque solo las protestas pueden desestabilizar a las instituciones que responden a fuertes influencias políticas.

Aunque en la normativa rige un Estado laico en el país, la iglesia tiene poder sobre las decisiones concernientes a lo público, y como tal, había volcado su apoyo a Kriskovich en un principio. Sin embargo, Adalberto Martínez, nombrado cardenal hace unos meses, pidió ahora su desvinculación del plantel docente de la UCA, institución que depende de la Iglesia Católica, dando un mensaje para los demás sacerdotes, entre ellos Narciso Velázquez, rector de la universidad. Posteriormente se sumó el cardenal Sean Patrick O’Malley, arzobispo de la Arquidiócesis de Boston y prefecto para la Protección a Menores, quien a través de una nota pidió perdón a la madre de Belén por los dolores causados por la iglesia.

En apoyo a la familia y para acompañar el pedido de Martínez, se realizó ayer la Marcha del silencio, en el noveno año de búsqueda de justicia por parte de la joven exiliada. Sin discursos ni banderas, la ciudadanía se manifestó en las afueras de la Catedral con la esperanza de desenroscar la corrupción, que finalmente hizo que lleguemos a estas instancias.

Más casos. Alexa Torres también espera que se haga Justicia y que el sacerdote Silvestre Olmedo se haga responsable de los hechos de acoso sexual contra la joven. También en este caso se espera un pronunciamiento del cardenal paraguayo en un acto de coherencia respecto a su posición sobre la situación de Belén.

Otro caso emblemático es el proceso contra el ex gerente de Albavisión, Carlos Granada, quien utilizó su poder para acosar a trabajadoras de prensa. Aún está pendiente el juicio oral.