Bajo los lemas #ParaguaySeLevanta y #YoEstoyParaElMarzoParaguay2021, las redes sociales sirvieron como herramienta para gestar las movilizaciones contra la corrupción y por la crisis sanitaria en Paraguay.
Miles de ciudadanos se autoconvocaron desde el viernes hasta el domingo para manifestarse y pedir la salida del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y del vicepresidente Hugo Velázquez. El repudio también llegó al ex mandatario Horacio Cartes.
Día 1:
El viernes 5 de marzo, el anuncio de las movilizaciones se tradujo en una declaración de alerta máxima por parte de la Policía Nacional en Asunción y Central. Las calles de la capital fueron cubiertas por un importante contingente policial y carros hidrantes.
Como una medida desesperada, el presidente de la República acordó con el entonces ministro de Salud, Julio Mazzoleni, que este deje el cargo. Sin embargo, el hartazgo ciudadano no fue contenido.
Llegada la tarde-noche, la Plaza de Armas fue escenario para la convocatoria de al menos 7.000 ciudadanos, quienes, en plena pandemia, salieron a las calles para exigir cambios profundos en el Gobierno.
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Un reducido grupo de manifestantes intentó superar las barreras colocadas por la Policía en inmediaciones del Congreso, lo que derivó en la represión y dispersión de los ciudadanos. A partir de ahí, fueron unas tres horas de enfrentamientos entre la ciudadanía y las fuerzas de seguridad.
La Policía Nacional se vio completamente superada por la cantidad de manifestantes, por lo que uno de los agentes sacó el pañuelo blanco como señal de tregua y el fin de la violencia. Este fue un hecho sin precedentes en la historia del Paraguay.
Día 2:
Tras la larga jornada de movilizaciones, los diferentes actores políticos empezaron a sentar postura. Integrantes de las diferentes bancadas del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) anunciaron el pedido de juicio político y otros referentes de la oposición exigieron al Gobierno señales claras de renovación.
La figura de Horacio Cartes, líder de Honor Colorado, cobró preponderancia a medida que se sumaban los votos para el juicio desde la oposición. El ex presidente de la República y su movimiento son claves para definir el futuro del Gobierno, ya que con sus votos se podría desarticular o aprobar el juicio político.
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La respuesta del Gobierno a las movilizaciones llegó el pasado sábado. “El presidente escuchó a la ciudadanía”, fueron las expresiones de Juan Manuel Brunetti, titular del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic), al tiempo de anunciar que Abdo Benítez pidió a todos sus ministros que pongan sus cargos a disposición.
Mientras el país estaba expectante de las reacciones del Gobierno, el presidente de la República convocó a su primer anillo y a legisladores de su partido en Mburuvicha Róga, para analizar la crisis.
En medio de las intensas reuniones, Abdo Benítez se hizo de tiempo para recibir a los representantes de las seccionales coloradas, quienes plantearon una contramarcha de apoyo hacia el Gobierno. El mandatario les habría dicho que no era el momento oportuno.
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Poco después, legisladores que integran el movimiento oficialista Colorado Añetete dieron una conferencia de prensa con un confuso mensaje. Los legisladores aseguraron que el Gobierno tuvo errores, pero que fueron más los aciertos.
El arribo de unas 20.000 vacunas contra el Covid donadas por el Gobierno de Chile fue otra noticia lanzada por el Gobierno en medio de la crisis.
En la noche del sábado, Mario Abdo Benítez dio un tibio mensaje grabado a la ciudadanía en el que anunció cambios en su Gabinete. Posteriormente, se dio el anuncio de que el ministro de Educación, Eduardo Petta; la ministra de la Mujer, Nilda Romero, y el jefe de Gabinete, Juan Ernesto Villamayor serían los removidos.
El sábado se dieron nuevas movilizaciones en el centro de Asunción y hubo réplicas en Ciudad del Este. Los manifestantes decidieron dirigirse hasta Mburuvicha Róga para exigir la salida de Abdo Benítez. La avenida Mariscal López fue escenario de nuevos incidentes entre los ciudadanos y las fuerzas de seguridad.
También hubo un breve paso de los manifestantes por la sede del Partico Colorado, al que acusan de dar sustento al Gobierno, en plena crisis.
Día 3:
La tibia respuesta del Gobierno ante la presión social hizo que se anuncie un tercer día de movilizaciones.
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El domingo 7 de marzo, grupos autoconvocados llegaron hasta la casa del ex presidente de la República y líder del movimiento Honor Colorado, Horacio Cartes, donde, pasadas las 23:00, se produjeron incidentes con gases lacrimógenos y balines de goma.
Los manifestantes pidieron la renuncia del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y del vicepresidente Hugo Velázquez, y luego decidieron ir hasta la casa de Cartes para exigirle que sus legisladores apoyen el juicio político a los titulares del Poder Ejecutivo.
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También acusaron a Cartes de tener como títere al presidente bajo la amenaza de apoyar su destitución y de imponer los cambios de acuerdo con los intereses del líder de Honor Colorado en la llamada Operación Cicatriz de la ANR.
Mientras para este lunes se habla de nuevas movilizaciones, el presidente de la República daría a conocer en la fecha a los nuevos integrantes del Ejecutivo.
Por otro lado, se espera que el PLRA envíe su pedido de juicio político a Mario Abdo Benítez en el transcurso de este lunes.
