La Alcaldía de la capital regional, de 1,3 millones de personas informó esta mañana que 32 calles estaban bloqueadas total o parcialmente debido a las inundaciones, entre ellas la importante avenida Mauá que bordea el río Guaíba, y recomendó a los habitantes evitar el centro histórico.
Además, las autoridades cerraron un puñado de centros de salud y suspendieron el funcionamiento de parte del suministro de agua de la ciudad, por lo que hasta una veintena de barrios, incluido el centro histórico, se pueden quedar sin abastecimiento.
Después de tres días de lluvias intensas, el caudal del río Guaíba llegó en la mañana de este viernes a 4,50 metros, algo que no se había visto desde 1941.
Imágenes del centro de Porto Alegre muestran una ciudad con comercios cerrados, varios palmos de agua marrón en las calles y con los pocos transeúntes que se ven calzados con botas altas.
En el estado, hay 74 personas desaparecidas, y miles más que se han visto obligadas a dejar sus casas, con 7.165 alojándose en refugios públicos y otras 17.000 en casas de parientes o amigos.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó el jueves la región afectada junto a varios de sus ministros y prometió que no faltarían recursos para atender las necesidades básicas de la población.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, aseguró durante la reunión con el mandatario que el foco en este momento debe ser el rescate de personas, algunas de las cuales se han tenido que encaramar a los tejados de sus viviendas para ponerse a salvo de las crecidas.
Este estado de 11 millones de personas, fronterizo con Uruguay y Argentina, ha pasado en el último año por una serie de eventos climáticos extremos asociados al fenómeno de del Niño, que provoca un aumento de las precipitaciones en el sur del país.
Fuente: EFE