“Ha sido un inicio de campaña catastrófico”, dijo Lara Brown, profesora de ciencias políticas en la Universidad George Washington, al considerar que el ex presidente, quien estuvo en el poder solamente un periodo, va de “escándalo en escándalo”.
Trump esperaba subirse a una ola roja republicana tras las elecciones de medio mandato del 8 de noviembre, pero terminó quedándose en la orilla después de la derrota de la mayoría de sus protegidos.
Abandonado por los pesos pesados conservadores, el ex mandatario se encontró una vez más en el centro de las críticas después de cenar con el rapero Kanye West, acusado de antisemitismo, y con un supremacista blanco a fines de noviembre.
Muchos republicanos que antes tenían miedo de provocar la ira de su líder no escatimaron adjetivos para mostrar su desaprobación, tildando la cena de “ridícula”, “repugnante” y “escandalosa”.
Sus esfuerzos por distanciarse del ex presidente se incrementaron cuando, el fin de semana pasado, Trump llamó a abandonar la Constitución en una de sus habituales diatribas, denunciando nuevamente un “fraude electoral” que impidió su reelección en 2020.
A este panorama desalentador para Trump se sumó el fracaso el martes en Georgia de uno de sus candidatos a un escaño en el Senado, el ex jugador de fútbol americano Herschel Walker.
“Trump también ha tenido varios donantes de alto perfil que declaran públicamente que no están interesados en apoyar su campaña de 2024”, dijo Brown.
El multimillonario, conocido por sus incendiarios discursos en mítines de simpatizantes con gorras rojas, no ha realizado ningún acto de campaña fuera de su residencia en el club de golf Mar-a-Lago en Florida desde que anunció su candidatura en noviembre.
Y aunque siempre le ha gustado la controversia política, ahora es objeto de innumerables investigaciones penales y civiles, que escudriñan desde su manejo de documentos clasificados hasta sus asuntos financieros en Nueva York.
ASALTO AL CAPITOLIO. Pero los problemas de Trump probablemente recién comienzan. Desde hace más de un año, el ex mandatario republicano ha estado bajo investigación por acusaciones de ejercer presión sobre funcionarios del estado de Georgia durante las elecciones presidenciales de 2020, lo que podría conducir a una acusación.
Y un comité del Congreso que investiga su responsabilidad en el ataque de sus partidarios al Capitolio en Washington el 6 de enero de 2021 publicará un voluminoso informe en las próximas semanas.
Este panel ya ha indicado que recomendaría acusaciones, sin especificar quién podría ser objeto de estos procesamientos.
La decisión de acusar o no al ex presidente recaerá en última instancia en el fiscal general Merrick Garland, quien a mediados de noviembre nombró a un fiscal especial para investigar de forma independiente a Trump.
Sin esperar, la justicia ya ha condenado a la empresa familiar de Trump por evasión fiscal, un duro golpe para el ex empresario, aunque él no ha sido juzgado.