Me llamo Gabriela Alejandra Narváez, tengo 29 años. Nací en Buenos Aires, mi papá es argentino, mi mamá es paraguaya; mis abuelos son paraguayos y fueron excombatientes de la Guerra del Chaco. Desde que tengo un año, nosotros siempre íbamos y veníamos a Paraguay, porque la mayoría de mi familia reside en el país y yo resido hace cuatro años definitivamente. Soy atleta de judo y actualmente me encuentro estudiando el tercer año de la carrera de Arquitectura. Obtuve el séptimo lugar en la clasificación general de judo femenino -48 kg, en los Juegos Olímpicos de París.
Siempre quise estudiar una carrera además del deporte, pero no me animaba por la carga horaria, pero por suerte, estoy estudiando en una facultad con muchas políticas de apoyo al deporte, me inscribí y me presentaron todas las facilidades para poder completar mi carrera y a la misma vez ejercer como deportista.
Me apasionó el deporte desde muy pequeña porque todos en mi familia son deportistas. Mi papá, mi tío y mi mamá hacen judo y cuando volvía del jardín de infantes siempre entraba al living y veía todos los trofeos que había en mi casa y le preguntaba a mi abuela sobre ellos y siempre me contaba las historias de mi papá cuando competía, así que empecé a insistir para practicar y yo tenía solo cuatro años. Al principio, mi papá no quería porque era un deporte que generalmente lo suelen practicar más los hombres que las mujeres, y después de tanto insistir me llevaron y me enamoré rotundamente del deporte. De hecho, hice otros deportes antes, como el básquet, natación, gimnasia deportiva, patín, pero no quería saber nada, yo quería practicar judo. Así que ahí comenzó.
MOMENTO CRÍTICO
Una etapa difícil de mi vida fue cuando tuve una lesión en la cervical, eso me dejó fuera del judo prácticamente un año en el 2023 y tuve que salir a buscar puntos de todos lados para poder clasificar, por eso llegué muy justita con los puntos, casi me quedé fuera de los juegos a causa de ese problema de salud. Creo que ese fue uno de los desafíos más importantes que tuve que sobrellevar. Yo creo que tuve esa lesión por un mal entrenamiento realmente, después por suerte se pudo solucionar y gracias a eso, me recuperé y llegué de la mejor forma a los juegos y di todo lo mejor de mí. Al principio, me preocupé porque había perdido sensibilidad de mi lado izquierdo y me costó mucho recuperar la fuerza porque soy zurda, no tenía confianza y tenía mucho miedo de volverme a lastimar, pero gracias a Dios, eso lo pude sobrellevar y me recuperé.
LOGROS DEPORTIVOS
Una de las competencias más destacadas que tuve fue el Mundial Júnior, donde perdí en octavos de final en Eslovenia, después participé de los Juegos Odesur, donde obtuve medalla de bronce.
También gané medallas Panamericanas en Júnior, medalla de oro en Opens, que son torneos de clasificación olímpica en donde obtuve un buen desempeño en el Grand Slam de Turquía, en donde quedé dentro de las 16 mejores y eso me sumó muchos puntos para estar hoy dentro de los Juegos Olímpicos.
En Paraguay siempre tuve la suerte de tener el apoyo de las personas y nunca me sentí discriminada por ser mujer y hacer judo, porque no es algo que importe en sí el género, sino que realmente lo que importa es cómo uno se desempeña como deportista.
ANHELADO SUEÑO
Como deportista siempre soñé con poder competir en un juego olímpico, es el sueño de cualquiera, pero una cosa es decirlo, y obviamente otra cosa es que se haga realidad. A medida que pasaban los meses, veía que el sueño estaba cada vez más cerca, si bien fue bastante estresante porque hasta que cerró la clasificación de forma definitiva, no sabía si estaba adentro o estaba fuera. Cuando supe que estaba clasificada y que los puntos realmente me daban, porque nosotros nos manejamos por ránking, fue una alegría inmensa y de hecho, hasta que no estuve ahí creía que estaba en el torneo.
Traté de vivirlo como un torneo más y después de que competí, empecé a dimensionar y decir: “Bueno, estoy en un juego olímpico y logré cumplir mi mayor sueño”.
Para mí poder representar a Paraguay es algo que me llena de orgullo y es una responsabilidad muy grande porque si bien nací en otro país, elijo representar a Paraguay y el tener el derecho a la elección de representar a un país es una responsabilidad porque tenés que dejar bien en alto la bandera paraguaya.
Uno de mis próximos objetivos está en poder ingresar al top 20 del mundo y poder clasificar de forma directa en la nueva competencia de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles y tengo cuatro años de preparación.
Las mujeres también podemos llegar lejos en cualquier tipo de deporte, porque no solo estamos practicando una disciplina, sino que también estamos representando a Paraguay de la mejor forma. El judo es un arte marcial que se utiliza para defensa personal, son formas que una tiene para saber defenderse en la calle, así que es importante que la mayoría de las mujeres o todas puedan practicar artes marciales o deportes de combate que sirvan como una medida de protección.
