02 may. 2025

Las nuevas Barbies en el Congreso

Las relecturas ideológicas de símbolos culturales y literarios tan de moda en ambientes decadentes y muy poco creativos y la instrumentalización comercial de un discurso político fofo, que intenta unir como puede a viejas enemigas en una charla con la posmodernidad, nunca darán un resultado realmente interesante.

No por su incomodidad, sino por su falsedad. Una cosa es dialogar con todos, escuchar las hipótesis y elucubrar síntesis, pero otra cosa es forzar e ir como un tanque sin freno en contra de la realidad.

Si esta charla que se nos impone desde lejos y desde fuera se redujera solo a un espacio de cine que podemos o no visitar, si lo deseamos, vaya y pase. Pero cuando escuchamos que el discursillo meloso y falso se reproduce en ámbitos locales, donde se toman decisiones políticas que sí afectan a familias y a personas concretas, con dinero de todos, pasamos de la fantasía del cine –tonta y desechable o no– a una argelería que denota mucha ignorancia.

Fue lo que pasó esta semana cuando se escuchó a algunas políticas contraponer como antagónicos el Ministerio de la Mujer al de un supuesto nuevo Ministerio de la Familia que el nuevo gobierno querría instalar.

Dos frases hechas que demuestran una vez más esta suerte de complejo New Barbie en política: “Mujer y familia son cosas distintas”, y el sello final: “Nos están matando, dónde iremos las mujeres si quitan el Ministerio de la Mujer”. ¿Será que en serio confunden el rol de Ministerio Público con el Ministerio de la Mujer para casos de violencia? Y sobre aquello de que la mujer no tiene que ver con la familia, daría gusto preguntar cuándo fue la última vez que charlaron con mujeres de carne y hueso, fuera del cine, digo. Qué vayan na un poco a la Fiscalía a ver a una mujer con su bebé esperando ayuda de la pareja, o en los inquilinatos dejando a sus hijos para ir a trabajar... y que vean na un poco también a los varones en los oficios más duros y en los hospitales aguantando de todo para sostener a su familia... En la realidad, señoras Barbies, hay de todo, menos esa separación “tipo” ficticia “tipo” entre mujer y “tipo” familia de la que “tipo” hablan ustedes... Señoras políticas, salgan na un poco del mundo Barbie y analicen como paraguayas con identidad nuestros problemas. Tooodo lo social pasa por la FAMILIA y la complementariedad Varón-Mujer, incluida la prevención de la violencia, la reactivación económica y la cultura... No es lo mismo defender y promover a una “mujer” que defender y promover una ideología sobre la mujer. Mientras el feminismo que les puso ese discursillo en la boca es intrínsecamente anti-Naturaleza y anti-Familia, y su folletería y asesoramientos de power point nunca dan con soluciones a los problemas de los que tanto se llenan la boca, lo que Paraguay votó y necesita hoy es redireccionar los fondos públicos hacia políticas realistas. No sé si es con un nuevo ministerio que van a lograrlo, pero sin duda debe ser con menos burocracia y menos irrealismo mágico “tipo esto”, “tipo lo otro” … Cuando las Barbies de la política terminan sus discursillos de moda y vuelven a sus casitas de cristal, las feministas toman poder y plata del pueblo y se empeñan en difundir su odio sistémico, su interpretación sesgada y errada de la realidad, donde el varón es despreciado y la mujer es manipulada como simple símbolo cultural deformado. No podemos permitir que el Estado se convierta en PC de feministas. Las políticas deben hacerlas mujeres y hombres realistas, con dosis de patriotismo y, si se puede, que comprendan el ambiente cultural en el que viven. No queremos volver a las chicas atontadas y dependientes de gente que detrás de bambalinas escribe el guion para sus manifestaciones, desde su inmadurez, soledad y amargura, para conflictuar y no para solucionar los problemas que sí sufrimos las mujeres reales, y que en gran medida compartimos con los varones que también necesitan apoyo subsidiario del Estado.

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