El jefe financiero paraguayo de la EBY, Federico Tito Vergara, indicó que la entidad tiene como meta acordar los aspectos económicos, jurídicos y técnicos de la maquinización de Aña Cuá este semestre para reiniciar las obras. “Aña Cuá es una complejidad en sí misma, porque primero que es una obra compleja, que se está construyendo en un lugar preexistente, un dique ya con un embalse en funcionamiento tiene que abrirse. Tiene su propia complejidad técnica y también tiene su complejidad contractual, porque se hizo mucha alharaca con la adjudicación a precios menores de los referenciales, pero eso también después trae aparejadas consecuencias”, relató Vergara.
Admitió que hoy existe una dificultad con el contrato de la obra civil. “Lastimosamente, hubo en el intermedio, mientras nosotros asumíamos, una paralización de la obra, por la razón que fuera fue así, pero se paró la obra civil”, señaló.
Números. Vergara contó que el proyecto de Aña Cuá forma parte de “un contrato grande”, donde Yacyretá ya invirtió más de USD 200 millones, mientras todavía faltan más de USD 400 millones para terminar. “Entendemos el apuro, por decirlo de una manera, de la sociedad de ver que eso se reactiva. Pero no es tan fácil, porque son cuestiones que ya nosotros heredamos, y que tenemos que resolver y hay que entender que de los dos lados hubo cambios, de gobierno y de administración interna”, precisó.
Añadió que hubo una reunión de autoridades de la EBY este mes, con los empresarios de la obra civil y hay un proceso de discusión, de negociación técnica, jurídica, “que pretende que no pase del mes de abril o mayo para que esto esté resuelto y podamos recomenzar esa obra”.
Insistió que la decisión de Yacyretá y de los dos gobiernos (Paraguay y Argentina) es continuar. El punto es alcanzar un acuerdo que garantice flujo financiero. “Con los contratos de provisión de equipamiento electromecánico no hay ningún problema”, afirmó, agregando que lo demás “está bien encaminado” para terminar el proyecto en cuatro o cinco años.