El extesorero de Arizona Doug Ducey, que contó en su campaña con el apoyo de la actual gobernadora -Jan Brewer-, se alzó con la candidatura del partido republicano para la gobernación del estado sureño, donde la cuestión migratoria es decisiva y hay medio millón de votantes latinos.
Ducey obtuvo el 37 por ciento de los votos, seguido de cerca por el ex alcalde de la ciudad de Mesa, Scott Smith, con el 23 %, tras una campaña marcada por el asunto de la seguridad en la frontera con México.
El republicano Ducey se medirá en las elecciones de noviembre con Fred Duval, el único candidato demócrata a la gobernación.
La elección del candidato republicano a la gobernación fue la que centró la atención debido a las repercusiones políticas que podría tener para el futuro de Arizona, un estado tradicionalmente conservador.
En Florida, otro estado clave para el electorado latino, la noche transcurrió con la tranquilidad esperada: el republicano Rick Scott y el demócrata Charlie Crist se disputarán en noviembre la gobernación.
El demócrata Crist, que ya fue gobernador de Florida como representante republicano, consiguió un 74 % por ciento de los votos frente al 26 % de su rival, la exsenadora Nan Rich, de 72 años, en una jornada marcada por la baja participación.
En las filas republicanas la victoria del actual gobernador, Rick Scott, resultó aún más apabullante, con un 88 % de los votos emitidos, frente a su principal rival, Elizabeth Cuevas-Neunder, que apenas cosechó el 10 % de los votos.
Tanto Scott como Crist eran los dos grandes favoritos para disputarse la gobernación de Florida, donde están inscritos como electores casi 12 millones de hispanos, un 15 % del total.
Crist, de 58 años, fue gobernador republicano durante el período 2007-2011, hecho que no le ha impedido alzarse ahora con la candidatura demócrata tras derrotar a la exsenadora Rich.
De ser elegido en noviembre se daría la curiosa circunstancia de que Crist se convertiría en el primer político de Florida que gobierna el Estado como representante de partidos distintos.
Crist abandonó las filas del Partido Republicano al comprobar que su popularidad entre los conservadores caía en picado, tras lo cual encabezó una candidatura independiente y, más tarde, se pasó al Partido Demócrata.
Aunque menos trascendentes, Vermont también celebró sus primarias el martes. El republicano Scott Milne, que contaba con el apoyo de los pesos pesados de su partido en el estado, venció con un rotundo 84,6 por ciento de los votos y se enfrentará al gobernador demócrata Peter Shumlin, que se presenta para un tercer mandato.
En Oklahoma los demócratas eligieron a su candidata para el Senado en un desempate que venció la senadora estatal Connie Johnson, mejor posicionada en las encuestas que su rival, Jim Rogers, que ya trató de obtener la nominación en otras tres ocasiones sin ningún éxito.
En noviembre, además de elegir a los gobernadores estatales, se renovará un tercio del Senado (33 de 100 escaños), donde el Partido Demócrata se juega mantener su mayoría, y la totalidad de los puestos en la Cámara de Representantes, en la que todos los pronósticos apuntan a la continuidad del dominio republicano.
Para la Administración Obama es vital conservar el control del Senado en el contexto de un Congreso que nunca había estado tan polarizado y con una Cámara de Representantes en la que los republicanos bloquean u obstaculizan sistemáticamente las grandes propuestas demócratas.