Tras el esperado concierto del cantante Bad Bunny en Paraguay, realizado en la noche de este viernes en el estadio de la Nueva Olla en el Barrio Obrero de Asunción, varios fanáticos manifestaron un descontento generalizado y mucha frustración por la pésima organización, que estaba a cargo de la empresa G5Pro.
En ese sentido, señalaron que tuvieron que esperar por varias horas en medio de extensas filas para canjear sus entradas. Cuestionaron la desorganización, el nulo control de seguridad en el acceso y el colapso en la capacidad del estadio, supuestamente a causa de una sobreventa.
Se reportó también que algunas personas sin entradas ingresaron trepando las murallas del estadio, utilizando como trampolín los baños portátiles. En un momento dado, ante los disturbios que se generaron en el lugar, agentes policiales llegaron y tuvieron que intervenir.
Muchas personas que habían adquirido sus entradas con anticipación ni siquiera pudieron ingresar y lamentaron que hayan tenido que participar del evento a las afueras de la Nueva Olla.
“No hay más espacio para entrar a las gradas, una vergüenza esto es. Acá se ve la gente colgada, qué vergüenza”, expresaba una joven en un video en el que se observa cómo se encontraba el lugar ya repleto de personas.
Además, en varias imágenes se observa cómo a empujones y gritos salían de los portones algunos asistentes y hasta se registraron decenas de desmayos por asfixia. Los reclamos principales se dieron en el sector Playa, donde se registró el mayor colapso; además de mala calidad de sonido en la zona de preferencias.
La comunicadora Viole Gonzalez relató lo que le tocó vivir para ser parte del concierto. Dijo que llegó al estadio a las 18:00 y que, pese a que había comprado una de las entradas más costosas, tuvo que formar fila por más de tres horas, padeciendo calor y las molestias por la “pésima organización”.
Seguidamente, cuando la fila finalmente comenzaba a avanzar y llegó a la zona de la entrada, alrededor de las 21:00, “la gente se empezó a colar como si nada”. En ese momento, un miembro de la organización supuestamente “le retó” a otra joven que había reclamado que las personas estaban ingresando de esa forma.
La mujer también dijo que había vendedores que “metían gente por el costado” y que, además, al ingresar no se les revisó nada y que las entradas ni siquiera pasaban por el scanner.
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“Cuando entré ni siquiera me dieron la pulserita de luz porque, obvio, se acabaron, si todo se sobrevendió. No vi absolutamente nada, era como estar en un boliche nomás, pero con 10 veces más de calor y sin poder respirar de la cantidad de gente”, lamentó la joven.
“Nos vendieron un sector caro para estar cerca supuestamente y terminaron agrandándolo hasta más no poder. La gente salía después de un rato de la desesperación. Les juro que solo quería sentarme y llorar pensando que si sabía todo esto, hubiese comprado entrada en gradería o bien jamás irme”, añadió.
Finalmente, contó que cuando ya estaban saliendo del concierto comenzaron a sufrir algunos empujones, tras lo cual ya intervinieron los cascos azules.
Por todo esto, la fanática del “Conejo Malo” reclamó a G5Pro y sugirió a los fanáticos realizar una denuncia masiva contra la firma, a fin de evitar que sigan encabezando este tipo de eventos.
Otra internauta reclamó que en el sector Playa solo había una salida, por lo que tenían que retirarse por graderías, donde había miles de personas encimadas y, además, tenían que atravesar un “callejón desnivelado y oscuro”.
“Jugaron con la vida y la plata de las personas, no están preparados para absolutamente nada, el estadio sobrepasado, guardias de seguridad que no estaban preparados, gente entrando por el techo. Y al querer salir, portones cerrados”, manifestaba el usuario @Fernanagon.
“Fallas por todos lados, pésimo sonido para preferencias y plateas altas, chorros con cuchillos entraron en patota, decenas de desmayos por asfixia sin haber camillas o personal suficiente, no vi un policía”, manifestaba Guillermo Rojas.
En tanto, la periodista Carolina Arévalo cuestionó fuertemente a los organizadores del show de Bad Bunny y exigió la intervención del Ministerio Público, señalando que “la vida de miles de paraguayos y extranjeros estuvo en peligro”.
Un grupo de asistentes, por su parte, denunció que habían pagado por una mesa en camarote, por G. 12.000.000, pero que al retirar sus entradas les colocaron en el sector C, quedando detrás de A y B. Supuestamente se trata de un sector que fue habilitado recientemente, por un valor de G. 25.000.000.
Si bien las quejas no pararon en las redes sociales, algunos destacaron la experiencia. “Lástima que hayan pasado por todo eso, yo estuve en gradería alta, no se sentía el calor, no había quilombos; entramos tranquilos después de formar una hora aproximada de fila y lo de la gente que se cuela lastimosamente sucede en todos lados, inevitable es”, afirmó.
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El concierto de Bad Bunny en Paraguay aglutinó a unas 45.000 personas. A las 18:47 de la tarde, desde las cuentas oficiales de G5Pro ya anunciaron que todos los sectores estaban agotados.
“No te preocupes por nada y disfrutá del show. Te recordamos que la capacidad de venta está prevista en su perfección acorde a la capacidad de asistentes al estadio La Nueva Olla”, alegaron en su publicación.
Las entradas para el concierto iban desde G. 130.000, para gradería baja; G. 155.000, en gradería alta; G. 210.000, platea baja; G. 260.000, para platea alta; G. 265.000, en preferencia lateral novena.
Además, G. 290.000 costaba en preferencia lateral norte; G. 365.000, en preferencia central norte; G. 465.000, preferencia central novena; G. 655.000, en preferencia central VIP; G. 265.000, para el sector de cancha; G. 570.000, en la playa, y G. 3.155.000, en el lounge experience.