El historiador Fabián Chamorro expuso la autopsia practicada al mariscal Francisco Solano López por dos médicos del ejército brasileño, con fecha 25 de marzo de 1870, que hace referencia a las heridas que sufrió el héroe en la guerra más sangrienta de América y que enfrentó a Paraguay contra Brasil, Argentina y Uruguay.
El historiador expresó a Última Hora que Solano López recibió una herida en la cabeza que no revestía mucha gravedad, como también una herida en el vientre, que afectó los intestinos y la vejiga, la cual le hubiera costado la vida en escaso tiempo, según el documento oficial.
No obstante, detalló que el tiro de gracia fue un disparo de fusil por la espalda cuando el mariscal se encontraba desangrándose con la mitad del cuerpo en el río Aquidabán Nigüí. El examen dice que la bala entró y no salió del cuerpo.
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“El cadáver fue conducido hasta su carpa, a unos 1.000 metros del Aquidabán Nigüí. Allí los soldados brasileños le mutilaron las orejas, dientes, cabello, etcétera y bailaron sobre él”, mencionó Chamorro, según ya el relato que se recoge de los soldados paraguayos que se encontraban con el mariscal al momento de su deceso.
Asimismo, indicó que ante el reclamo de Alicia Lynch, esposa y madre de los hijos de Solano López, el cuerpo fue envuelto en una sábana y posteriormente enterrado por el coronel paraguayo Francisco Lino Cabriza.
Chamorro explicó que el cuerpo de Solano López aún se encuentra en el lugar y que se conoce las referencias por mapas, pero que no se encuentra con ninguna lápida que haga referencia exacta.
En ese sentido, señaló que varias instituciones realizaron trámites para que los restos puedan ser trasladados al Panteón de los Héroes, pero hasta ahora no se consiguió nada.
Al lado del cuerpo del mariscal se encuentra enterrado también el de su hijo y coronel Juan Francisco López, conocido como Panchito, quien tenía 15 años cuando decidió también pelear hasta el fin.
La batalla de Cerro Corá se desarrolló el 1 de marzo de 1870 en el Departamento de Amambay, con unos 400 soldados paraguayos, entre mujeres y niños, aquejados por el hambre y las enfermedades, ante más de 4.500 soldados brasileños armados. Unos 200 soldados murieron en la contienda, según Chamorro.
La Guerra de la Triple Alianza devastó al país entre 1864 y 1870, dejando sumida a la nación en la pobreza y una población diezmada, ya que una mayoría murió en combate.