La resolución favorece a Juan Alberto Servín Báez, quien había sido condenado a la citada pena por matar a su esposa Catalina Franco, en el 2013.
La jueza de Ejecución, María Teresa Ruiz Díaz, le concedió la citada redención. Esto fue apelado por la fiscala Liz Cowan, quien señaló en su recurso que no se cumplieron los requisitos, ya que no aprendió un oficio o trabajo, sino que servía comida en el penal.
No obstante, los camaristas José W. Servín, Agustín Lovera y Cristóbal Sánchez ratificaron la resolución de la magistrada de Ejecución.