Los muñecos y ladrillos de plástico son los productos más representativos de Lego. Sin embargo, la compañía busca rehacer estos artículos y eliminar su principal materia prima.
En Billhund, Dinamarca, se encuentra la fábrica de la empresa. Allí los expertos se encuentran trabajando para que sus juguetes estén hechos de materiales reciclados o derivados vegetales.
Para reducir la contaminación que producen, Lego ideó dos estrategias. En el 2025 reemplazarán sus empaques de plástico y, en el 2030, los juguetes deberán ser de componentes reutilizados.
La compañía danesa busca cambiar los materiales, pero que el producto sea exactamente igual, señala el portal de The New York Times.
“Lo más importante es poder crear un juguete que no ponga en peligro el futuro de los niños”, subrayó Tim Brooks, vicepresidente de responsabilidad medioambiental de Lego.
Desafíos de Lego
Muchas empresas redujeron el uso del plástico, algunas reciclan botellas y otros elementos. Conocidos restaurantes eliminaron el uso de pajitas y platos del material.
En cambio, el caso de Lego es complejo, ya que el plástico no es el empaque ni un complemento, sino la totalidad del producto. La planta de Dinamarca fabrica a diario cerca de 100 millones de artículos.
El reto es diseñar piezas que no se separen fácilmente, que no pierdan los colores brillantes característicos, que sobrevivan a accidentes y que no se rompan al pisarlas.
Casi todos los materiales de prueba no cumplieron con las expectativas. Muchos bloques realizados con componentes reciclados se rompieron, quedaron con bloques filosos y salieron con colores opacos.
“Encontrar un sustituto del plástico, podría tomar años de trabajo”, reconoció Brooks. Sin embargo, resaltó que no dejaran de intentarlo e invertirán USD 155 millones para lograr el cambio.
Actualmente, la empresa comercializa sus productos en todo el mundo y colaboran con las franquicias cinematográficas de DC Cómics y la Guerra de las Galaxias.
Estos juguetes hicieron que la empresa genere ganancias de USD. 1.200 millones el año pasado, con lo que se impuso a sus competidores estadounidenses Mattel y Hasbro.