17 abr. 2025

Lele Cristóbal

Por Patricia Carolina Benítez

En acción y a gusto.   Lele  Cristóbal en el ambiente en el que le gusta  desenvolverse, entre  la comida y el fuego.

En acción y a gusto. Lele Cristóbal en el ambiente en el que le gusta desenvolverse, entre la comida y el fuego.

carbenitez@uhora.com.py

Leandro Cristóbal (41), más conocido como Lele, es un chef y cocinero argentino. Su estilo es desenfadado, lo caracterizan su gorra y tatuajes. Es propietario de Café San Juan, Bar de tapas y Café San Juan La Cantina. Tiene un programa de cocina con el mismo nombre transmitido por Fox Life, y reconoce que su conocimiento es empírico.

-¿Cómo inició su carrera?

-Me inicié lavando platos en un restaurante a los 17 años para saltear la escuela, porque preferí trabajar que estudiar porque lo mío era cocinar. De allí me fui adentrando y aprendiendo. Luego comencé a viajar, tuve la suerte de ser recomendado y fui a Francia, Italia, España y volví a mi país con el objetivo de no tener patrón.

-¿Cómo fue su incursión en televisión?

-Se inició cuando con un realizador hablamos con Narda Lepes (chef y conductora de televisión), y comenzamos a grabar pilotos. Ella nos aconsejó retoques y luego lo ofreció a Fox. A los productores les gustó, y es así que ya hicimos cinco temporadas.

-¿Cuál es la diferencia entre chef y cocinero?

-La diferencia entre chef y cocinero es que el chef es como un director de orquesta, el jefe que organiza que todo salga bien. Yo me considero más cocinero que chef, pues me gusta estar con el fuego, compartir y darle de comer a la gente.

-¿A qué se debe su visita?

-Vine a Paraguay para participar del evento Asadaso en lo de Colaso, invitado por Nicolás Colaso Bó. Este fue el segundo encuentro entre amigos. La verdad que me gusta mucho Paraguay, no vine solo para el evento, vine antes y estuve paseando un poco. Con Colaso estamos planeando juntarnos más seguido para este tipo de encuentros. Que la gente pueda tener contacto con nosotros, vernos trabajar, que coman rico y disfruten.

-¿Qué le parece la gastronomía paraguaya?

-La verdad que conozco poco la gastronomía paraguaya; conozco los platos típicos, que me encantan. Me gusta el pescado de río que todavía no está explotado al cien por ciento, y con el que se pueden hacer muchas cosas más.

-¿Hace cuánto está en el rubro?

-Como empresario gastronómico estoy hace 12 años.

-¿Cuál sería la tendencia mundial en cuanto a la gastronomía?

-En el mundo hoy se está comiendo mucho vegetal en sus presentaciones, ya sea asados, ahumados o crudos, pero personalmente me gusta la carne. Me gusta preparar ensaladas verdes, pero con un buen pedazo de cerdo al lado.

-¿Qué le parecen los programas gastronómicos?

-La verdad no me gustan mucho, porque dejaron de ser programas en los que un cocinero enseña a la gente a cocinar. Son más competencias con jurados que miden con varas muy largas; realities en los que se ve a los cocineros llorando y sufriendo. Un ejemplo de ello es MasterChef. Lo mío es más estar mezclado con la gente y enseñar.

-¿Cocina en su casa?

-Sí, aparte de cocinar en mis locales, también lo hago en casa, una vez terminada la jornada laboral, y para encuentros entre amigos. Siempre termino cocinando (risas).

¿Tiene algún hobby?

-Me gustan los deportes. De joven practicaba el skate, pero ahora ya no, porque no me sobra tiempo. Actualmente solo voy a ver las competencias (de gastronomía).

-¿Le gusta utilizar productos autóctonos?

-Sí, autóctonos y de bajo presupuesto. De Paraguay por ejemplo me gustan los pescados de río, las frutas, quesos y harinas, pues no son iguales a los de mi país.

-¿Algún sueño a cumplir?

-A nivel profesional estoy concretando varios proyectos. Actualmente estoy en obra de un restaurante nuevo a base de leñas, pues en cada región de Argentina, al igual que en cada país, la leña es diferente, entonces las estoy recolectando en una cava. También estoy gestando un hotel boutique, donde la gente pueda experimentar el protocolo de preparación de platos y disfrutar de un día de campo. Otro de mis sueños es abrir un Café San Juan en Paraguay, por el solo placer de mostrar algo diferente.