Una gran multitud aguardaba los ómnibus hacia distintos destinos. En medio de las largas filas de vehículos que se dirigían hacia la capital del país, se observaban buses con pasajeros hasta las estriberas, en tanto que los que no lograron subir al transporte público aguardaban bajo los escasos refugios con el anhelo de que el próximo ómnibus venga con menos pasajeros.
“Estamos esperando hace más de media hora porque no me quiero arriesgar a subir con mi bebé entre la multitud”, comenta Paola Acosta, quien esperaba colectivo bajo un pequeño techo con su hijo en brazos.
TRÁNSITO. Ante el aumento del parque automotor en Caacupé, sobre todo en estas fechas, pobladores del lugar expresaron que las autoridades municipales deberían tener en cuenta esta situación, ya que las calles de la ciudad no dan abasto para acomodar y ofrecer lugares y estacionamiento a la masiva y casi continua presencia de vehículos que arriban a la capital espiritual. Sostienen que se precisa trabajar para diseñar sitios y preparar estacionamientos controlados.