Hoy se conmemora el Día de la Virgen de Caacupé, una advocación de la Virgen María. La leyenda cuenta que en el pueblo de Tobatí (cercano a Caacupé), fundado hacia el 1600, vivía un indio guaraní escultor de nombre José. Cuando estaba volviendo de las selvas del valle Ytû con un gran trozo de madera de muy buena calidad, contó que se había encontrado ante indios mbayá (tribu decidida a pelear contra la colonización española y portuguesa).
El indio corrió y encontró un grueso tronco tras el cual se escondió. En ese momento prometió que con la madera del árbol protector tallaría la imagen de la Virgen, si es que llegaba a salir con vida. Los mbayás siguieron de largo y no lo vieron. El tronco le alcanzó para dos tallas, la más grande fue destinada a la iglesia de Tobatí y la más pequeña la conservó él.
Los misioneros jesuitas decían que en el lugar de la aparición había brotado agua milagrosa, la que había ayudado a los indios a sobrevivir el calor del verano. Años después, la gran inundación que creó el lago Ypacaraí amenazaba con destruir los poblados cercanos. Los frailes franciscanos, acompañados de los habitantes de la región, organizaron oraciones. El padre Luis de Bolaños bendijo las aguas y estas retrocedieron hasta sus límites actuales. Cuenta la leyenda que de repente apareció flotando en una caja de madera la imagen de la Virgen, que los sacerdotes dijeron que era la de la misión de Tobatí, la misma que el indio José tallara años atrás. Desde entonces el pueblo la llamó la Virgen de los Milagros de Ka’akupe.
Un documento del año 1769 obrante en el Archivo Nacional afirma que el padre Roque Melgarejo, misionero de la Doctrina de Tobatí, donó a los habitantes de Ka’akupe una imagen de la Inmaculada Concepción y un terreno para la edificación de un templo en su honor. En otros documentos de esos años la zona ya era conocida como el Valle de Caacupé.
Para el profesor Mario Rubén Álvarez, las leyendas son una mezcla de realidad con fantasía. “Pudo haber existido el indio José, la persecución de los indígenas, pudo haberse salvado milagrosamente, solo que eso en la memoria colectiva y popular se ha ido ampliando o achicando y cambiando de versiones. Pues es una leyenda que ha pasado de generación en generación a través de la oralidad y va mutando”, comenta.
El mismo reconoce: “En todo esto hay algo mágico y milagroso, por lo que cada versión son como alas de un mismo pájaro”.
En honor a esta historia y los milagros mencionados, cada 8 de diciembre los devotos de todas partes del país peregrinan hasta la Basílica. Artistas cumplen sus promesas con sus creaciones, en su mayoría, músicas y artes plásticas.
Música
Uno de los principales temas es el himno, de autor desconocido, que dice: “Es tu pueblo, Virgen pura y te da su amor y fe”. Para los estudiosos esta melodía pertenecería a la del Himno Nacional de 1873, compuesto en el contexto de la posguerra de la Triple Alianza por el brasileño Francisco Antonio de Nassimento, mientras la letra sería del sacerdote Manuel Gamarra a inicios del siglo XX.
Otro clásico es Virgencita de Caacupé, de Federico Riera. La misma empieza con la estrofa “Ya la caravana de los promeseros.”.
Una de las másconmovedora es Tupãsy Caacupépe, con letra de Félix Fernández y música de Diosnel Chase. En la composición, una madre le pide devolver a su hijo con vida a la vuelta de la guerra. En un emotivo videoclip, la canción es interpretada por Delia Picaguá Bordón.
Otros artistas que cumplieron sus promesas con canciones son Ángel Romero Acuña con Che symi Tupãsy Caacupé; los Reverendos Cantero e Invernizi con Virgen Peregrina; Salvador Paredes con Santuario de Caacupé. También Federico de Val y Juan Pablo Alfonso con Camino a Caacupé, entre otros.
Cantantes contemporáneos siguen ofrendando su arte, como el caso de Las Paraguayas, grupo que el año pasado lanzó la canción Caacupé, con letra de Diego Hayes Sarubbi. “Es una forma de agradecimiento por todas las bendiciones y por sobre todas las cosas, por la salud”, menciona Maziela Gaona, una de las integrantes.
Las Paraguayas –todas de origen caacupeño–, también animarán hoy, desde las 23:30, la última noche de serenata que se desarrollará en la explanada de la Basílica y será transmitida en vivo por la página en Facebook de la Basílica Santuario Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé.
Por primera vez y luego de la pandemia por Covid-19, la serenata se realizó durante 4 días seguidos. Entre los artistas que actuaron figuran Jazmín del Paraguay, Tierra Adentro, Bohemia Guaraní, Lucas Chaparro, entre otros.
Arte en tributo a la Santa Madre
Los artistas plásticos también se inspiran en la Virgen de Caacupé para crear sus obras. Es el caso de Arius Romero, quien recorre el Paraguay pintando paisajes, entre ellos las recreaciones de la Basílica y de la peregrinación. “Me gusta la ciudad por ser una ciudad mística y por la energía pura de la naturaleza. La paz que existe en ese lugar es impresionante, además amo a la Virgen en todas sus manifestaciones”, comenta.
Otro artista que pintó varias veces a la Virgen Serrana es Melvin Roldán. En sus inicios realizó la obra Virgen de Caacupé de 1980, realizado sobre un cuaderno de dibujo de la etapa preescolar del colegio San José. “Debíamos dibujar a la Virgen en el taller de arte, tenía 5 años y el cuaderno de dibujo de la época era papel color sepia”, recuerda.
A lo largo de su carrera artística, Melvin pintó varios santos, en especial a la Virgen de Caacupé con diferentes técnicas y estilos. Roldán es artista visual y docente, licenciado en Arte y Medios de Comunicación (Cuba). Para él, el arte brinda una conexión espiritual, de acuerdo al crecimiento de cada artista, hace ver el mundo de otra forma, salir de las dificultades con paz y equilibrio, comentaba en una entrevista anterior.
Veronika Konechnova también elaboró una obra en mosaico en honor a la Virgen. La artista extranjera cuenta con un taller de mosaico y vitral, una galería de mosaico en Mariano Roque Alonso, tienda de decoración y artes.
Murales. Durante la pandemia, el artista plástico caacupeño Ricardo Núñez desplegó su arte en las paredes de la capital espiritual de Paraguay. Primero dibujó al indio José tallando a la imagen mariana, luego a la Virgen en una imagen grande, las caravanas de las carretas, el antiguo Tupãsy Ykua, la iglesia de Caacupé y otro mural de la actual Basílica.
Tupãsy Caacupépe
Che diosa che Tupãsy, la Virgen Caacupé. Eñatende che rehe porque nde avei ko sy erekova nde memby omanóva kurusúre yvypóra ohayhúre rejajáiva Tupãsy.
Pynandi che vallemígui amoï che akãhoja, ha che sy che rovasa ne rendápe ko ajumi
aipota rejesaupi porque che avei ko sy arekóva che memby Chacopýre gueteri.
El clarín ipuvove, ndajuhúi va’ekue nde laja promesa ndéve adeve, porque ógagui oveve che memby kuimba’emi oñe presenta o servi ipatria odefende.
Tupãsy che mandu’a guyrami ma ko oñe’ê pe lunes pyhareve che memby pa ko opu’ã hetaite che ñañuã che jopymi ijehe ha che apysápe oñe’ê ja aháma ko mama
Ndajuvéirõ sapy’a che mbokuárõ boliviano ku michîvéva che hermano topyta che rekovia.