El estudio Superproducción tabacalera en Paraguay. Impactos domésticos y transfronterizos, publicado íntegramente ayer por el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), cuestiona duramente al Gobierno porque las legislaciones que buscan crear un sistema de trazabilidad del tabaco y combatir el comercio ilícito son actualmente letra muerta por la apatía de las instituciones del Ejecutivo.
El documento hecho por esta organización, con colaboración de la Universidad de Illinois, Chicago, de Estados Unidos (EEUU), subraya que pese a que las leyes 5538 y 6107, de control de la fabricación de cigarrillos, hayan sido promulgadas en el 2015 y 2018, respectivamente, no pueden ser puestas en vigencia por la falta de la reglamentación que debe ser elaborada por el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y el Ministerio de Hacienda. Parte de ese tiempo corresponde a la administración del ex presidente Horacio Cartes, propietario de dos tabacaleras.
Los autores señalan que esto se debe principalmente a la falta de voluntad política, lo que en la práctica se convierte en otra barrera más para la disminución de la producción ilegal del tabaco y la evasión de impuestos.
“El Sistema de Trazabilidad del Tabaco en Paraguay (Sitratap) fue creado por una ley del año 2015 y en el 2018 otra ley fue promulgada con el fin de combatir el comercio ilícito y la evasión impositiva. Ninguna de las dos leyes se encuentra en vigencia por falta de reglamentación (5538/15 y 6107/18)”, expresa el reporte.
A renglón seguido agrega: “Es necesaria una mayor coordinación entre Paraguay, Brasil y otros países vecinos para efectivamente implementar políticas de regulación y control más estrictos sobre la cadena productiva y comercial de productos del tabaco elaborados en el país”.
MILLONARIA EVASIÓN. Los principales hallazgos del informe del Cadep indican que la producción de cigarrillos ha sido seis veces más que las ventas declaradas de los fabricantes en el periodo de doce años analizado. En ese sentido, da cuenta de que mientras se producían 2.735,1 cajetillas por año, se declaraban 345,4 millones y se consumían localmente solo 199,4 millones. La brecha entre lo fabricado y lo declarado es de 2.300 millones de cajetillas anuales, en promedio.
Teniendo en cuenta estas variables y los precios de los productos, el estudio calcula que los tabacaleros evadieron entre USD 380 y USD 400 millones por año en el impuesto selectivo al consumo (ISC), lo que implica que entre 2008 y 2019 se dejó de pagar al Fisco entre USD 4.560 millones y USD 4.800 millones por las operaciones ilícitas.
CONTRABANDO. De acuerdo con el reporte, la gran brecha existente entre la producción de cigarrillos y el consumo doméstico “puede llevar a la conclusión de la posible existencia de un tráfico ilícito de venta de cigarrillos hacia los países vecinos, especialmente al Brasil”.
El documento menciona que, en ese mercado negro, están incluidos los cigarrillos Eight, Palermo, Rodeo y Te, producidos por Tabacalera del Este SA (Tabesa); así como la marca San Marino, de la compañía Palermo SA. Ambas empresas son propiedad del ex presidente Cartes.
El estudio menciona que el 28% de las marcas comercializadas en Brasil, señaladas como provenientes de un tráfico ilegal, están registradas en nuestro país.
SET revisará documento para analizar los hallazgos
ÚH consultó su opinión sobre los resultados del reporte del Cadep al viceministro de Tributación, Óscar Orué.
El subsecretario de Estado señaló brevemente que revisarán el informe y analizarán los datos expuestos allí para luego dar una opinión oficial.
Consultado al respecto el presidente de la Unión de Tabacaleras del Paraguay, José Ortiz, afirmó que todavía no leyó el reporte. Dijo que a su vuelta del exterior analizará los documentos.
El reporte del Cadep indica que el monto evadido por los productores de cigarrillo es siete veces más, en promedio, que la recaudación registrada por la SET entre 2008 y 2019.