Los 14 ejemplares de esta ave parecida al avestruz fueron liberados en el interior del parque Patagonia, donde los últimos años se había experimentado una notable disminución de las poblaciones de ñandúes debido a la caza furtiva, la ganadería, la destrucción de sus nidos, la recolección de sus huevos y los ataques de perros.
Un censo realizado en 2005 en este parque determinó que existían apenas 20 ñandúes, lo que mostró que la especie se hallaba al borde de la extinción en esa zona de la región de Aysén, unos 1.400 km al sur de Santiago.
“Con ese reducido número de ejemplares, el ñandú tenía pocas expectativas de aumentar su población y sobrevivir a la extinción”, explicó a la AFP Cristián Saucedo, director de reintroducción de especies de Tompkins Conservation, que lleva adelante el programa de preservación de estas aves junto a la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Pero gracias a la crianza y posterior liberación de estas aves –que realiza el Centro de Reproducción para la Conservación del Ñandú, creado en el parque en 2015 por Tompkins Conservation– se logró incrementar el número de ñandúes a unos 65 ejemplares.
“Esta es la cuarta liberación realizada en el parque. Hemos logrado triplicar la población de esta especie en peligro de extinción en menos de cinco años”, sostuvo Saucedo.
El experto afirma que no existe claridad sobre el número determinado de ejemplares de ñandú a nivel nacional, pero aseguró que “la tendencia de las poblaciones es a la disminución”.
La liberación es la última etapa de un complejo proceso, que comienza con la recolección de huevos en la Estancia Baño Nuevo, ubicada a unas ocho horas del Parque Nacional, donde existen unos 400 ejemplares.
Los huevos son incubados artificialmente en la ciudad de Coyhaique y luego de nacer los polluelos son trasladados al parque, donde son adoptados por los machos reproductores del centro. Tras cinco meses son liberados a la naturaleza.
El ñandú es una especie endémica sudamericana que mide entre 1,50 y 1,80 m. Es un ave incapaz de volar, pero sus largas piernas pueden correr a gran velocidad al igual que los avestruces, sus primos africanos. Son mayormente herbívoros, pero también comen insectos y lagartijas.