El también director paraguayo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) aseguró que la idea es que este emprendimiento ya cuente con el financiamiento del lado paraguayo desde un comienzo, de manera a que no vuelva a ocurrir una situación como la de Yacyretá, cuando se transfirió todo el costeo a Argentina, lo que después repercutió en el impasse financiero que se vive actualmente.
Agregó que cuarenta años atrás tal vez el Estado paraguayo tenía problemas para conseguir los recursos y hacerse cargo de su parte de una hidroeléctrica. Hoy la situación ya es diferente y resulta factible brindar el financiamiento, afirmó.
Indicó que la construcción de la central en sí demandará una inversión estimada de USD 4.000 millones. El ingeniero aseguró que la hidroeléctrica tendrá múltiples funciones, ya que además de generar energía va a facilitar la navegación en ese tramo del río y servirá como embalse compensador para la central de Yacyretá.
Vale recordar que la EBY hoy solo cuenta con 20 turbinas, de las 30 que debía tener según el diseño original, debido a que no cuenta con su embalse compensador, el cual fue planificado en el Anexo B del Tratado.
AÑÁ CUÁ. En lo que se refiere a la maquinización del brazo Añá Cuá, el titular de la EBY comentó que se están cumpliendo los cronogramas y en las próximas semanas se abrirían los sobres económicos de los oferentes (sobre 2). Actualmente se está evaluando el sobre 1 (propuestas técnicas).
Acerca de reclamos en el lado argentino, por la eventual descalificación de un consorcio chino, señaló que no puede dar más detalles pero recordó que hubo algunos inconvenientes en la presentación de las ofertas por no reunir todos los documentos requeridos.
Para las obras civiles (construcción de la central) se presentaron ocho consorcios y para la provisión de las tres turbinas están concursando tres conglomerados.