14 nov. 2024

Líderes están sorprendidos por la supuesta brigada indígena del EPP

Las comunidades del Departamento de Concepción pedirán acompañamiento real del Estado. En Amambay, los Paî Tavyterã no dejan entrar a extraños a su territorio y no les consta reclutamiento.

La única vez que Luis Arce, líder Paî Tavyterã, escuchó de reclutamiento fue de parte de militares que le pidieron permiso para hablarles a los jóvenes de su comunidad sobre el servicio militar obligatorio.
Por lo tanto, al cacique y líder espiritual, presidente de la Asociación Paî Jopotyra, una de las tres organizaciones que reúne a las comunidades del pueblo Paî Tavyterã, hablar de jóvenes reclutados por un grupo armado, que se dice llamar Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), le suena algo poco probable en su región, el Departamento de Amambay. Y del EPP sabe solo lo que escucha por radio, dice.
En Concepción, nos cuenta la lideresa María Jacinta Pereira, ese mismo tema despertó una alerta entre los líderes de las 21 comunidades indígenas del departamento, luego de difundirse recientemente el contenido de un video, dejado por los secuestradores del ex vicepresidente Óscar Denis y de su empleado, Adelio Mendoza (21), ya liberado.

En el material audiovisual, de contenido propagandístico, muestran el entrenamiento en el monte de los miembros del grupo armado, y presentan a un subgrupo o nueva célula como la Brigada Indígena del EPP, compuesta por nativos.

“Esto nos impactó”, dice María Jacinta Pereira, refiriéndose a sus pares los líderes de las distintas comunidades con quienes se halla en comunicación. Aunque reconoce que en el caso de Redención, su comunidad, el EPP no es un tema del que se hable mucho, porque constituye una población urbana, que se halla en un barrio de la capital departamental. Allí, los jóvenes en edad laboral normalmente van a trabajar a las estancias del Chaco, tres a cuatro meses o siguen sus estudios en Concepción.

CAMBIO DE MIRADA. Para la lideresa, la reaparición del EPP y con una supuesta brigada indígena involucrada en un hecho de secuestro, además de poner al desnudo “cómo se les trata a los pueblos originarios de Concepción”, les plantea la urgencia de reunirse y tomar decisiones.

Y es que “en el departamento hay muchas comunidades y se les deja en los últimos lugares”, insiste y ahora ve una oportunidad para llegar a un acuerdo con el Gobierno y hacer que el Estado no solo tenga presencia “para la foto”, sino con acciones y con un seguimiento continuo a la situación de los pueblos indígenas a través de cada ministerio. “Estamos pendientes de realizar una reunión para hacer un acta y poner en manos del Gobierno nuestras peticiones”, anuncia.

Ella aclara que la presencia de los representantes de las instituciones “suele haber, pero falta acompañamiento. Vienen a sacarse fotos de aquí para allá, pero no decididos para una caminata continua con los pueblos indígenas”, cuestiona y agrega que lo que necesitan es tener oportunidades de acceso a educación, salud, trabajo, alimentación, vivienda, asistencia técnica para producir en el campo, etcétera.

Sobre la admiración que despertó en la sociedad la actitud del pueblo Paî Tavyterã, al que pertenece el trabajador rural Adelio Mendoza, de ingresar al monte en más de una ocasión para intentar rescatar al joven empleado de la familia Denis, secuestrado el 9 de setiembre con su patrón, y liberado luego de cinco días de cautiverio, María Jacinta dice que “todo el mundo empezó a hablar de la valiente raza guaraní” y a vernos no como “indígenas haraganes”.

Algo que le resulta pasajero, dice, puesto que “cuando vamos a Asunción, no hay un solo blanco que nos acerque un banco donde sentarnos y descansar, y nos ofrezca un vaso de agua”.

EN AMAMBAY. Luis Arce, como presidente de una asociación que agrupa a 14 comunidades Paî Tavyterã, dice tener como toda referencia solo lo que ocasionalmente escucha al respecto del EPP. “Desconozco cómo operan, por lo que no puedo decir nada sobre eso”, afirma en guaraní.

Es la primera vez que le consultan, añade, en cuanto a si sabe algo sobre una brigada indígena del EPP. “Desconozco, y eso que en mi organización tenemos 14 comunidades y hablamos de la realidad de cada una, en un aty guasu, cada 3 meses”, cuenta.

En su comunidad, ltá Guasu, cuentan con un colegio grande y la mayoría de los jóvenes estudian, según el líder. “Tenemos actualmente 78 jóvenes estudiando para ser maestros”. Actualmente, en todas las comunidades los jóvenes tratan de seguir una carrera. Se preparan para la docencia, enfermería, medicina o ingeniería, dice.

Por otra parte, “no dejamos ingresar a extraños a nuestros asentamientos”, advierte, por lo que ve difícil que en estas condiciones prospere algún intento de reclutamiento de jóvenes por parte de un grupo armado. “Yo recorro las comunidades y converso con los padres de familia y con las chicas y muchachos para que no se metan en nada ilegal o malo”, cuenta don Luis para afirmar que sus paisanos “no andan” como dicen que son los del EPP. “Somos muchos los Paî Tavyterã y conozco la situación de cada comunidad, porque recorro”, insiste, y ratifica que es difícil que prospere una brigada indígena armada.


operativo en el norte

“Se habló mucho en estos días del coraje guaraní. Pero si vamos a Asunción, nadie nos ofrece un vaso de agua”,
Jacinta Pereira,
lidereza de Redención.

“Los Paî Tavyterã somos muchos, y mis paisanos no andan como dicen que son los del EPP. Conozco cada comunidad”.
Luis Arce,
líder Paî Tavyterã.

“En el Departamento de Concepción hay muchas comunidades y se les deja en los últimos lugares”.
Jacinta Pereira,
lidereza de Redención.

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