En letra muerta se convirtió la ordenanza que prohíbe la presencia de los denominados limpiavidrios en los cruces semafóricos y que fue sancionada en Asunción, San Lorenzo y Luque, donde de manera lenta pero progresiva los trabajadores informales van copando de nuevo la vía pública.
En un recorrido realizado ayer por ÚH por estas ciudades se pudo observar la presencia de mucha gente dedicándose a esta actividad, sobre todo, en el municipio sanlorenzano, donde en horas de la mañana aún no caía la lluvia, como era el caso de la capital y de la Comuna luqueña.
La existencia de una falta de entendimiento entre las instituciones municipales y la Policía Nacional con respecto a la aplicación de la norma aprobada se constituye en otro factor que conspira con el objetivo de despejar por completo las intersecciones de estas personas que ofrecen un servicio cuestionado por los conductores.
DESENCUENTROS. La directora de Relaciones Públicas de la Policía, comisaria Elisa Ledesma, afirmó que no es función policial sacar de las calles a los limpiavidrios, puesto que no existe una figura penal que justifique tal procedimiento.
“Estar parado en una esquina con un escurridor no representa ningún delito”, sostuvo, al tiempo de preguntarse qué pasó con el plan de capacitar y conseguir empleo a este grupo, anunciado por las autoridades comunales.
En el caso de Asunción, el edil Daniel Centurión había decidido retirar a los funcionarios de la Junta Municipal por discrepancias con sus pares Rodrigo Buongermini y Federico Franco Troche.
Estos cuestionaron la labor de los empleados de ir a los cruces a dialogar con esa gente para informarles sobre la prohibición e instarles a acudir al SNNP para capacitarse y luego acceder a un trabajo formal, solicitando incluso un sumario que fue tomado como una amenaza.
Por su parte, Joaquín Bonett, director de Comunicaciones de la Comuna de San Lorenzo, dijo que en el municipio no cuentan con la figura de la Policía Municipal, la que podría dar cumplimiento a esta normativa de prohibición vigente pero incumplida. Sostuvo que existe una suerte de “hueco legal”, ya que la policía no acompaña la aplicación de la ordenanza.
Similar postura tienen en Luque, donde la institución policial se desentiende de todo operativo para sacar a los limpiavidrios de las calles.