El politólogo, quien además es miembro de la Fundación para la Defensa de las Democracias en Washington, escribió un artículo en Foreign Policy, donde defiende la posición de la Casa Blanca.
En su artículo señala que el presidente norteamericano Joe Biden ha definido la lucha contra la corrupción global como un “interés central de seguridad nacional de los Estados Unidos” y lo convirtió en una prioridad oficial para su administración. Ahora está convirtiendo a Paraguay en un caso de prueba para su política.
“Paraguay es un campo de experimentación de Estados Unidos”, manifestó Ottolenghi. También aseguró que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, “está jugando sus cartas con el nuevo discurso contra la corrupción de las élites”.
El artículo menciona que la administración no debe dejar lugar a dudas, ya que “la corrupción en Paraguay es profunda y amplia, y Cartes y Velázquez no deberían ser las únicas personas en la lista de Washington”.
“En el pasado, los líderes de Paraguay tenían impunidad mientras estuvieran políticamente alineados con los Estados Unidos. Los predecesores de Biden, ya fueran demócratas o republicanos, estaban muy al tanto de la pandemia de corrupción de Paraguay, pero trataron con cuidado a sus líderes en medio de una creciente evidencia de corrupción en los niveles más altos de la estructura de poder del país”, aseveró Ottolenghi.
Aseguró que las investigaciones de EEUU sobre el presunto papel de Cartes en el contrabando “son anteriores a su elección como presidente en 2013, pero probablemente fueron descartadas como parte de un acuerdo diplomático, según conversaciones que Foreign Policy tuvo con un ex funcionario paraguayo cercano a Cartes y un ex funcionario estadounidense familiarizado con EEUU investigación”.
Ottolenghi dijo que es esencial un enfoque implacable y continuo en Paraguay. “Las designaciones de Cartes y Velázquez ofrecen una pista sobre por dónde empezar”.
También sostuvo que en Paraguay la intromisión política para proteger a los culpables estancó la investigación del llamado caso megalavado. Ese fue el caso de Liz Paola Doldán González, a quien el Departamento del Tesoro de Estados Unidos finalmente sancionó en 2021 por corrupción. Doldán estuvo implicada en un esquema de evasión de impuestos y lavado de dinero por más de USD 500 millones. ”Las autoridades paraguayas le dieron una palmada con una multa fiscal a pesar de las asombrosas pérdidas en las que incurrió el Tesoro. De los otros dos empresarios también sancionados, los primos Kassem y Khalil Hijazi, solo el primero ha sido extraditado, mientras que el segundo no tiene ninguna acción legal pendiente”, cuestiona el analista.
Paraguay es un campo de experimentación de Estados Unidos que está jugando sus cartas con el discurso contra la corrupción.
Investigaciones de EEUU sobre el papel de Cartes en el contrabando son anteriores a su elección como presidente.
Emanuele Ottolenghi,
politólogo.