Según publica el medio colombiano Noticias RCN, los sicarios que participaron en el crimen del fiscal Marcelo Pecci, asesinado a tiros en la isla Barú, Cartagena, utilizaron la clave “ya está lista la comida” para atacar al agente antidrogas.
Un turista en playa Blanca fue testigo del momento en el que los sicarios abordaron el jet ski rumbo a la playa del hotel Decameron, donde se encontraban Marcelo Pecci y su esposa Claudia Aguilera. Esta persona señaló que los sicarios usaron la palabra clave: “Ya está lista la comida”.
“Cuando ya los tipos recibieron una llamada de que ‘ya está lista la comida’, hablaban ahí como en clave. Ellos se montaron en la moto y se fueron. Ahí fue donde hicieron la vaina, dispararon y se devolvieron para acá. Ellos venían relajados, entregaron la moto antes de tiempo y, es más, le regalaron 20.000 pesos más a los muchachos que habían alquilado la moto”, afirmó el turista.
Pecci sufrió este fatal atentado durante su luna de miel, tras contraer matrimonio con su pareja Claudia Aguilera. Antes del atentado, la pareja realizó varios recorridos en zonas turísticas de la ciudad colombiana.
“Estaban tranquilos, relajados, muy sonrientes y él le decía ‘mi amor’. Era una pareja muy compatible, una pareja feliz sin preocupaciones ni angustias”, señaló Enilsa Cáceres, palenquera que compartió con el fiscal y su esposa.
Según comentó Aguilera, uno de los lugares donde estuvieron fue frente a la catedral Santa Catalina de Alejandría para tomarse una fotografía. De acuerdo con informaciones recabadas, por la misma calle habrían pasado sus atacantes.
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Por otro lado, el medio colombiano indica que los videos de las cámaras de seguridad y los encontrados en el teléfono de la esposa de Pecci, son determinantes en las pesquisas, porque en muchos coinciden al menos tres personas que son sospechosas para los investigadores.
Entretanto, una trabajadora del lugar dijo: “Luego el señor se paró a caminar en la playa, pero el de buzo negro y las gafas fue directo a él y le disparó. Luego comenzaron a gritar para que lo agarraran, pero todo fue muy rápido”.
Dos libaneses, dos colombianos, un brasilero y hasta un pastor cristiano están en la larga lista del rompecabezas que intentan armar las autoridades colombianas y paraguayas.
Autoridades de Paraguay, Colombia, Estados Unidos y ahora también Italia están tras la investigación del asesinato de Marcelo Pecci.
Investigadores paraguayos y colombianos sostienen que el móvil del crimen está vinculado a su labor como fiscal de alto perfil en Paraguay. Se desempeñó como delegado de la Unidad contra el Crimen Organizado del Ministerio Público y era titular de la Unidad contra el Narcotráfico.
El martes pasado fue asesinado de tres balazos en la isla Barú, de Cartagena, Colombia, durante su luna de miel. El hecho causó gran conmoción a nivel nacional e internacional.
Los investigadores siguen tras las pistas de los dos sicarios del crimen.
La Policía colombiana divulgó el identikit de uno de los sicarios al día siguiente del asesinato y se ofrecen hasta unos 2.000 millones de pesos colombianos (más de G. 3.300 millones o USD 489.391) a quienes brinden alguna información que permita dar con los atacantes.