En un acto protocolario conocido como el “besamanos” –aunque la práctica se limita a una reverencia o un apretón de manos–, del que el Palacio de Buckingham difundió una foto, la monarca pidió a Truss que forme un nuevo Gobierno, cuya composición se anunciará en las próximas horas.
Minutos después de las 12.00 hora local (11.00 GMT), la hasta ahora ministra de Exteriores llegó al castillo de Balmoral, donde por primera vez en su reinado Isabel II ha designado a un nuevo jefe de Gobierno.
En el encuentro a solas entre la reina y Truss, perfectamente pautado como sucede con las tradiciones políticas del Reino Unido, Isabel II le pidió a la aspirante que forme una nueva administración, a lo que el aspirante suele responder normalmente con un simple “sí”.
“La reina recibió en audiencia a (...) Elizabeth Truss y le pidió que forme una nueva Administración. Truss aceptó el ofrecimiento de Su Majestad y besó manos tras su nombramiento como primera ministra”, señaló el Palacio de Buckingham en un comunicado.
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Poco antes, el hasta hoy primer ministro, Boris Johnson, había presentado su renuncia formal a la monarca, después de haber anunciado el pasado 7 de julio su intención de dimitir.
Truss se impuso en las elecciones primarias realizadas durante agosto dentro del Partido Conservador para elegir a su nuevo líder, quien automáticamente asume la jefatura del Ejecutivo gracias a su mayoría parlamentaria.
La foto que divulgó el Palacio de Buckingham muestra a una monarca sonriente y ayudada por un bastón mientras da la mano a la dirigente “tory”.
El acto se celebró en la residencia escocesa de la Casa Real debido a los problemas de movilidad que sufre Isabel II, según el Palacio.
Tras la reunión, Truss se dirigirá hacia Londres, donde hará su primera intervención como jefa del Gobierno a las puertas de su residencia en Downing Street.
Posteriormente se prevé que se conozca la composición de su Ejecutivo, con el actual ministro de Empresa, Kwasi Kwarteng, como gran favorito para ocupar la cartera de Economía y por tanto el título oficioso de “número dos” del gabinete.
Boris Johnson se despide con un “esto es todo, amigos”
Boris Johnson, el político que pasará a la historia como el arquitecto del Brexit, se despidió este martes con un “esto es todo, amigos” al abandonar por última vez la residencia oficial de Downing Street como primer ministro británico.
Con su partida de Downing Street, Johnson deja, no obstante, a un Reino Unido sumido en una profunda crisis por el exponencial incremento de los precios de la energía y una inflación interanual que está en el nivel más alto en más de 40 años (10,1%).
También deja unas difíciles fricciones con la Unión Europea (UE) por el controvertido Protocolo de Irlanda del Norte del Brexit, el mecanismo pensado para controlar mercancías comunitarias y evitar una frontera física entre las dos Irlandas, así como un Sistema Nacional de Salud (NHS, en inglés) en crisis por las listas de espera que dejó la pandemia y la falta de personal sanitario.
En su último discurso como primer ministro, Johnson prometió dar todo el apoyo a su sucesora, Liz Truss, en una clara señal sobre la necesidad de unir al Partido Conservador.
“Gracias a vosotros, al pueblo británico, a los votantes, por darme la oportunidad de servir, a todos vosotros que trabajaron juntos tan incansablemente para vencer el Covid”, dijo en la famosa calle del Gobierno, abarrotada de políticos, funcionarios, empleados de Downing Street, periodistas, fotógrafos y cámaras.
“Nunca olviden que el 70% de toda la población recibió una dosis en seis meses, más rápido que cualquier país comparable. Eso es Gobierno. Ese es este gobierno conservador”, subrayó Johnson.
El político buscó calmar la creciente preocupación de la población por el aumento del 80% en las facturas energéticas a partir del 1 de octubre al indicar que el Gobierno de Truss “hará todo lo posible para que la gente supere esta crisis”.