Actualmente la Dirección de Protección Especial (Diproe) del Ministerio de la Niñez registra 70 niños con familias acogedoras, pero se necesitan más voluntarios para asistir a los menores que son separados de su núcleo familiar por diferentes motivos.
La coordinadora de Acogimiento Familiar, Liz Rojas, manifestó a Última Hora que todas las familias inscriptas hasta ahora ya están cuidando de niños, cuyas causas son estudiadas en el ámbito judicial.
La intención de la Diproe es que cuando el Juzgado de la Niñez resuelva separar al niño de su familia, pueda ir con una sustituta que le brinde cuidado y cariño mientras se encuentre una solución definitiva a su situación. El objetivo es evitar que vayan a instituciones, lo cual, de acuerdo con la ley, debe ser la última opción para estos casos, pues en esta condición de encierro pueden sufrir atrasos en su desarrollo y presentar problemas de autoestima.
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La coordinadora de Acogimiento señaló que hay ciertos requisitos para las familias que quieran cuidar a un niño que fue separado de su familia por un proceso judicial.
Explicó que primero tienen que ser conscientes de que la motivación sea ayudar y no adoptar. Sostuvo que la idea es que una vez que el niño vuelva con su familia, o sea declarado en adopción, los acogedores puedan recibir a otro menor de manera provisoria.
Además, no deben tener antecedentes policiales ni judiciales.
Igualmente, la Diproe se encarga de capacitar a las familias que decidan ser acogedoras. Así como también provee de pañales y leche para cuando se trata de bebés.
Según Rojas, el tiempo ideal para que un niño pase con una familia acogedora es de tres a seis meses. Pero indicó que no depende de ellos, sino del Poder Judicial.
En ese sentido, apuntan a trabajar con la Defensoría de la Niñez y el Juzgado para acortar los tiempos de los procesos, ya que cuando se alargan, afectan a los niños.