26 nov. 2024

Llegar

Llegar con soltura a fin de mes es una misión imposible para cientos de paraguayos. Uno de cada cinco paraguayos es pobre e incapaz de financiar una dieta saludable, mientras que uno de cada diez compatriotas pasa literalmente “hambre”, según datos del INE del 2020 y 2021.

CORRIDA EN SANBER MARATON 6KM DE SUPER 6_16_18161478.jpg

Los que están en la franja de pobreza son personas que, según el INE, están desocupadas o mal empleadas, no tienen acceso a una jubilación o pensión, cuentan con escolarización atrasada o simplemente son analfabetas, trabajan en plena adolescencia (entre los 10 a 17 años), habitan en una casa inadecuada, no acceden a agua potable y usan carbón o leña para cocinar, son personas accidentadas o enfermas excluidas, entre otros dilemas que entraña la privación de lo mínimo para lograr una vida digna.

No faltan aquellos que con cierta ligereza, o por mera ignorancia, se les escape un “es pobre porque quiere”. Quizás sea fácil decirlo, pero duro de asimilarlo y entenderlo.

Si fuera fácil abandonar la pobreza, no habría tantos, y ni se lucharía contra este flagelo y todos viviríamos felices. Pero ese no es el cuento que nos cuentan. Mientras algunos gozan de cuantiosos privilegios capeando con holgura la pobreza, otros desafían meritoriamente en renunciar a ello. Finalmente, otra franja queda atrapada en la indigencia, casi como en un callejón sin salida.

Según la activista y creadora de contenidos, la mexicana Carolina Hernández, el privilegio es un modo en el que unos llegan más lejos que otros en la carrera de la vida, cuando se cuentan con oportunidades y ventajas que otros no gozan.

Para ilustrar el concepto de “privilegio” de una manera sencilla, se vale del ejemplo de una carrera o maratón de 40 kilómetros. Algunos, empiezan en el kilómetro cero y otros inician en el veinte.

“No significa que uno no se esforzó, porque de hecho sí lo hizo. Hay gente que se esfuerza igual que uno, pero está veinte kilómetros atrás. El privilegio radica en ver en dónde uno empieza esta carrera de la vida. No es lo mismo comenzar en una comunidad marginada, que empezar con un papá que puede ayudarte a crecer y emprender en la vida”, señala Hernández.

Añade que los que lograron vencer la carrera partiendo del kilómetro cero son extraordinarios, y por eso, se les dedica una película. “El sistema no está diseñado para que ganen (los pobres o aquellos en condiciones de desigualdad), e igualmente lo ganan. Y la pregunta es: ¿cómo lo hicieron?”, dice la periodista mexicana.

La colega también explica que no siempre se aplica el famoso refrán “si yo lo hice, todos lo pueden hacer”, ya que bien podría compararse al “es pobre porque quiere”.

Cientos de paraguayos la reman cada día, sin pensar en el mañana, y su única meta es subsistir, comer o llegar vivos al final del día. Para otras cuestiones ya ni llegan. Para la mayoría no hay futuro, solo el aquí y el ahora. Si sobra tiempo, voluntad y ganas, ya habrá mejor salud, más dinero, una nutrición de calidad, más capacitación y estudios, un trabajo digno, posibilidades de emprender o viajar, entre otros “sueños”.

Miles de compatriotas quieren vivir una suerte de “sueño americano”, dejar el anonimato y alcanzar la fama y el éxito pisando EEUU, en esa llamada tierra de oportunidades. Pocos lo logran. Algo similar ocurre aquí. Sin sonar desdeñoso, algunos quieren cumplir su “sueño a lo paraguayo”, pisar Asunción o Central, y acariciar el triunfo tras dejar sus casas en el interior del país.

Lamentablemente, sin sonar pesimista, muchos se estrellan duramente ante una sociedad que les margina, no les brinda oportunidades laborales dignas ni educativas. Quedan otras vías, como las drogas, la delincuencia o la prostitución.

En esta senda de la vida, muchos anhelan hallar una luz, una esperanza, algo o alguien que los libre de su condición de pobreza. Liberarnos del cruel destino es quizás muy duro o una tarea espinosa. Es así que la meta es llegar ¿a dónde? Y nosotros ¿ya llegamos? ¿o ni empezamos?

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.