Ibarrola aclara que el tiempo de gestión de Peña, ocho meses, todavía es corto para una evaluación justa y el presupuesto se presentó apenas 15 días después de su asunción. Igualmente, señala que no hubo hasta ahora grandes cambios con respecto al gobierno de Mario Abdo.
“En política económica no hubo cambios muy relevantes con relación al gobierno anterior. Quizás lo más resaltante fue la decisión de prorrogar el plan de convergencia fiscal hasta el 2026, que implicó tomar más endeudamiento para abonar las deudas a contratistas de obras y farmacéuticas”, subrayó.
El economista apunta como positivo la creación de la Superintendencia de Pensiones, no obstante, no se trata de una iniciativa propia del presidente sino de parte de la agenda del FMI y Abdo ya había anticipado un proyecto.
Aunque todavía no se cumple un año, se puede señalar también como positivo el aumento de la recaudación, que el gobierno lo atribuye a la creación de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT). “Pero estos cambios se evalúan en el largo plazo y sobre los objetivos mencionados (aumentar la presión tributaria del 10% al 11% sobre PIB), los aumentos nominales que se vienen anunciando son señales, pero no algo definitivo”, refutó.
Negativo. Los puntos en contra de las políticas económicas del gobierno son el poco debate en el Congreso para la creación de la DNIT y el Ministerio de Economía, leyes muy importantes que fueron atropelladas y que se promocionaron como un ahorro de gastos en personal, pero al final aumentaron. “A pesar de haber apurado la Ley de Superintendencia de Pensiones, este es el momento en que no fue reglamentada, lo que contrasta con la forma y el apuro con que aprobaron”, cuestionó.
Una de las causas de un nuevo aumento de la deuda sobre el PIB, indicó Ibarrola, fue la decisión de pagar a contratistas. “También hubo un incremento en los pagos realizados por servicio de la deuda, que alcanzó un máximo histórico. Como resultado, en 2023 vimos que el gasto por servicio de la deuda superó al de inversión en capital luego de 15 años. El servicio de la deuda representó el 25% de todos los gastos del Estado, el mayor desde 2004”, resaltó.
El motivo por el que no se podrá escapar de mirar los impuestos es la imposibilidad de recortar gastos de forma significativa, entre otros. “Si el PIB crece a un ritmo mayor de la deuda, la ratio puede disminuir. Pero el PIB depende mucho del clima (agro y ganadería), y los intereses de la deuda dependen del contexto internacional (tasa de la FED). Hoy estamos con tasas altas en EEUU, y una sequía podría desestabilizar el plan, dado el déficit fiscal. Para reducir el déficit hay dos caminos, recortar gastos y aumentar ingresos. Recortar el gasto es un país como el nuestro con tantas necesidades es una quimera, como también es absurdo pensar en ‘achicar el Estado’ disminuyendo funcionarios, aunque movilice como propaganda”, sostuvo.
Capital extranjero. El gobierno busca desesperadamente inversión privada pero sin mayores resultados.
Reducción de pobreza. El plan de reducción de pobreza de Peña es el que genera mayor expectativa.
Hub logístico. Peña apunta a convertir al Paraguay en un hub logístico. Una de las acciones para el efecto son las negociaciones por el transporte del gas argentino desde Vaca Muerta a San Pablo.