Crispín Paredes y Simón Castillos, los dos trabajadores en cuestión contratados por la Comuna casadeña, notificaron a la Comisaría local sobre una medida de fuerza que activaron en la víspera. Ambos realizaban tareas de sereno –guardia nocturna– en la zona de la ciclovía y el monumento a los Defensores del Chaco.
Paredes se quejó que el tiempo que llevan sin cobrar ya es suficiente, por lo que decidieron hacer brazos caídos. “A partir de ahora ya no vamos a cubrir nuestro lugar de trabajo y vamos a presentarnos en la sede municipal para cumplir con nuestro horario”, avisó.
Contó que incluso en el almacén del barrio le quieren abrir cuentas por todo lo que ya debe durante el año. “Después de salir de mi trabajo, tengo que ir a vender carbón para comer”, dijo.
Aseguró que siempre fueron muy puntuales y cumplidores en sus lugares de trabajo y no ser tenidos en cuenta para cobrar sus salarios es, cuanto menos, angustiante. “Hay otros colegas que también pasan la misma situación, pero no se animan a protestar por temor. Además, hay semanaleros, a quienes el intendente les paga y a nosotros, que estamos haciendo a cabalidad nuestra tarea, no nos dan nuestro sueldo”, recalcó. AR