Se espera que estas lluvias contribuyan a la recuperación de la humedad del suelo, un factor crucial tras un periodo prolongado de déficit hídrico.
La disponibilidad de agua en este momento es determinante para asegurar buenos rendimientos, por lo que se prevé un impacto positivo en la producción agrícola.
lluvia importante. De acuerdo con el Instituto nombrado, las proyecciones para esta semana indican la posibilidad de precipitaciones importantes en amplias zonas del territorio nacional, principalmente en el centro y norte de la Región Oriental.
Se espera que estos acumulados contribuyan a recargar los perfiles de humedad del suelo hasta niveles óptimos, un factor crucial ante el déficit hídrico acumulado por un periodo prolongado sin lluvias relevantes.
Esta situación –según el Inbio– cobra mayor relevancia considerando que muchas parcelas agrícolas se encuentran en etapas fenológicas críticas, de llenado de granos, donde la disponibilidad de agua es determinante para asegurar buenos rendimientos.
Asimismo, estas lluvias podrían mejorar las condiciones edáficas necesarias para la siembra y el establecimiento inicial de cultivos correspondientes a la zafriña.
Sin embargo, las estimaciones indican que la distribución de las precipitaciones será espacialmente irregular. En algunos sectores del sur y este de la Región Oriental, se prevén acumulados más bajos, oscilando entre 10 y 15 mm en áreas específicas.
muy localizadas. De acuerdo con apreciaciones de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), la caída de aguaceros y algunas buenas lluvias ayudaron a mermar el déficit de humedad en los suelos, pero siguen siendo lluvias muy localizadas y regímenes de aguaceros que no alcanzaron a todas las zonas productivas.
Mientras tanto, continúan los trabajos de cosecha en las primeras parcelas sembradas, que muestran rendimientos disparejos según la zona, la variedad, la temporada de siembra y las afectaciones de la sequía y el calor.
Productores coinciden en que todavía es pronto para consolidar un número en relación a los promedios debido a los resultados muy variados. Se estima que esta primera tanda de parcelas es la de menor afectación, con resultados moderadamente buenos, pero que van decreciendo, según avanza la cosecha.
De continuar los días sin niveles suficientes de humedad, las parcelas restantes (que fueron sembradas entre fines de setiembre y mediados de octubre) presentarán mayor merma en el rendimiento.
La UGP cree que el déficit de humedad actual se asemeja mucho a lo acontecido en la campaña 2018/2019, cuando se dio una situación similar cuando se esperaba una producción promedio de 10.000.000 de toneladas de soja y se obtuvo 8.512.008 toneladas, con pérdida del 15% en el rendimiento.
En el 2022 fue la última sequía agrícola más grave, cuando afectó a casi el 60% de la producción.