El Ministerio de Cultura del Reino Unido alertó en una nota difundida este domingo de que quienes quieran dar su último adiós a la soberana deberán soportar colas “muy largas” que implicarán una espera de pie de “muchas horas”, con “muy pocas oportunidades de sentarse”, y que requerirá “posiblemente pasar la noche”.
La reina Isabel II yacerá en un catafalco en Westminster Hall, el edificio más antiguo de la sede del Parlamento, durante 24 horas al día desde las 17.00 hora local (16.00 GMT) del miércoles 14 hasta las 6.30 (5.30 GMT) del lunes 19, día del funeral de Estado.
El Gobierno prevé asimismo retrasos en el transporte público y cortes de calle en el área, en pleno centro de Londres, por lo que pide a quienes quieran acudir que planeen bien su visita.
Se instalarán controles de seguridad como los de los aeropuertos y las restricciones también limitarán a un solo bolso pequeño (40cm x 30cm x 20cm) las pertenencias que se permiten en el interior.
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Las estrictas reglas, además, impedirán guardar sitio a otras personas o hacer cola en nombre de otros, ya que se repartirán unas pulseras en la fila que deberá llevar todo aquel que desee entrar en Westminster Hall.
Por todo ello, Londres aconseja a los visitantes llevar ropa adecuada para las condiciones meteorológicas, traer comida y bebida suficiente, usar cargadores para móviles y tener por si acaso la “medicación esencial” para quien lo necesite.
No se podrá entrar en Westminster Hall con ropa con mensajes políticos u ofensivos, ni tampoco se podrán introducir en la capilla ardiente flores u otros tributos en homenaje como velas o fotos,
Y por si alguien quería aprovechar la ocasión para pasar un agradable día de campo al aire libre, las autoridades dejan claro que tampoco estará permitido “hacer barbacoas” en las inmediaciones de la fila.
Antes de llegar a Londres para la capilla ardiente, el féretro con los restos mortales de Isabel II podrá ser visitado por los escoceses en la catedral edimburguesa de Saint Giles desde este lunes al martes.