La cumbre informal que reunió en el palacete londinense de Lancaster House a una quincena de líderes europeos más el canadiense sirvió de plataforma para una iniciativa que, según el primer ministro británico, Keir Starmer, recibió la adhesión de “un número de países”, sin detallar cuáles.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció ayer que él y Starmer pusieron sobre la mesa una “tregua en el aire, en el mar y en las infraestructuras energéticas” de Ucrania que duraría un mes.
En una entrevista al diario Le Figaro, tras la crucial reunión en Londres de una quincena de líderes europeos e internacionales, el jefe de Estado galo explicó que el despliegue de tropas de otros países sobre el terreno para mantener la paz sería en una segunda fase del plan.
“No habrá tropas europeas en suelo ucraniano en las próximas semanas”, aseguró. “La cuestión es cómo utilizar este tiempo para intentar obtener una tregua accesible, con negociaciones que durarán varias semanas y luego, una vez firmada la paz, un despliegue”, consideró.
La presencia del presidente Volodimir Zelenski, tras el demoledor desencuentro del viernes en la Casa Blanca con Donald Trump, elevó la expectación en torno a la cita, que sirvió para que los europeos arropasen al líder de Ucrania.
Pero ante todo se trataba de que Europa mostrase una imagen lo más parecida posible a la unidad, en un momento en el que la alianza transatlántica que ha definido el último siglo se encuentra en uno de sus momentos más delicados.
Por eso nadie quiso entrar en descalificaciones públicas sobre el trato que Trump y su vicepresidente, JD Vance, dispensaron a Zelenski en la Casa Blanca, sino que abogaron por recordar la importancia de conseguir que EEUU ofrezca garantías de seguridad en caso de que haya acuerdo con Rusia.
Tras aquella debacle diplomática del viernes, Starmer se abstuvo de pronunciarse públicamente, como sí hicieron muchos de sus colegas europeos, para preservar el papel de mediador con EEUU que ahora pretende hacer valer con un plan aceptable para los ucranianos.
Respaldo de EEUU. El líder laborista dio la primera pista sobre la iniciativa en una entrevista con la BBC a primera hora del domingo, en la que afirmó que el plan franco-británico, que contaría con “uno o dos países más”, se trasladaría posteriormente a Washington.
Pese a que en la rueda de prensa posterior a la cumbre no concretó cuáles son los Estados que estarían dispuestos a colaborar con tropas en una eventual fuerza de paz en Ucrania, algunos líderes, como los de Dinamarca, Mette Fredriksen, o el canadiense, Justin Trudeau, dejaron la puerta abierta a participar en esa “coalición de voluntarios”.
“No todos los países se sentirán capaces de contribuir, pero eso no quiere decir que esperemos sentados. En vez de eso, aquellos dispuestos intensificarán la planificación ahora con urgencia real. El Reino Unido está preparado para respaldarlo con botas sobre el terreno y aviones en el aire. Europa debe asumir la parte más pesada”, dijo Starmer.