Por Roberto Santander
rsantander@uhora.com.py
La familia presidencial está completamente distendida y gozando al máximo de su vacaciones de una semana en el Hotel Casa Grande, de Guarujá, del estado de San Pablo. Fuera del debate político sobre la reelección y del enfrentamiento que se desató en el seno del Partido Colorado con miras al 2008, el presidente Nicanor Duarte Frutos hace una pausa para desarrollar unas actividades completamente relajadas en las paradisiacas costas del Atlántico.
En su segundo día de descanso, el mandatario fue visto en las afueras del hotel, en compañía de la primera dama, Gloria Penayo de Duarte, y los hijos. Estuvo en la playa Enseada, después de almorzar, y se zambulló en la lectura.
Antes, Duarte Frutos y uno de sus hijos adolescentes se realizaron un tatuaje de henna (impresión temporal). El jefe de Estado eligió la imagen de Jesucristo y la estampó en el brazo izquierdo, de acuerdo a la publicación digital del diario “A Tribuna”, de Santos.
Fuertemente custodiado por dos oficiales militares, minutos más tarde se sumergió al mar, en medio de surfistas.
PLAYAS Y MUJERES. El presidente de la República realizó unas breves declaraciones a la prensa local. Dijo que le gusta mucho la ciudad de Guarujá, porque tiene una linda playa y que está muy próxima a Paraguay.
“Las playas de Guarujá son muy hermosas, pues es una ciudad con un pueblo muy amable y con muchas mujeres bonitas”, afirmó, en tono canchero, Duarte Frutos.
La familia presidencial permanecerá más tiempo en Brasil. Sin embargo, el jefe de Estado estará solo hasta mañana a la noche, según la reservación que tiene el hotel.
En el 2004, el presidente había pasado unas breves vacaciones en la misma ciudad. En aquella época terminó su jornada en medio de una gran incertidumbre, porque surgieron rumores sobre un plan para atentar contra su vida, por lo que su retorno al país se dio en medio de una crispación política.
***
Los tatuajes, ¿un pecado?
La moda de tatuarse la piel provoca posturas encontradas en las congregaciones cristianas evangélicas. El versículo del Antiguo Testamento que se encuentra en Levítico 19:28 que dice “no se hagan heridas en el cuerpo (...) ni tatuajes en la piel. Yo soy el Señor”, es interpretado literalmente por las corrientes más conservadoras que consideran el tatuaje como un pecado.
Sin embargo, otras congregaciones cristianos explican que tal pasaje bíblico tiene que ser interpretado conforme a la cultura judaica del Antiguo Testamento. Destacan también que el versículo de Levítico se refiere a las marcas en la piel relacionadas con rituales de religiones, como la cananea y otras que son definidas como “abominables” en el texto bíblico.
Este segundo grupo de creyentes se muestra más abierto a las manifestaciones culturales de los diferentes países y culturas. Evidentemente el presidente Nicanor Duarte Frutos responde a este segmento.
Duarte Frutos asiste al culto de la Iglesia evangélica Raíces.
(Publicado en Última Hora impreso bajo el título “Nicanor se tatúa el rostro de Cristo en las playas de Brasil” Pag. 6)