El cálculo fue divulgado este martes por especialistas de la organización ecologista WWF Brasil y del Instituto de Desarrollo Sustentable Mamirauá (IDSM), una institución vinculada al Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil que desarrolla programas de desarrollo sustentable en Tefé, ciudad del estado de Amazonas.
“Desde el 23 de septiembre y hasta comienzos de octubre, con la sequía avanzando con fuerza por la Amazonía y la temperatura del agua subiendo, fueron hallados 153 delfines muertos en la región: 130 delfines rosados (Inia geoffrensis) y 23 tucuxi (Sotalia fluviatilis)”, informó en un comunicado WWF Brasil, una de las organizaciones que trabaja en el rescate de los sobrevivientes.
Se trata de dos especies de mamíferos cetáceos en grave riesgo de extinción y que cuentan con una de sus principales poblaciones en el llamado Lago Tefé, como es conocida la región en que el río del mismo nombre se ensancha antes de desembocar en el Amazonas.
Tan solo en un día, el 28 de septiembre, cuando la temperatura del agua en la región llegó a 39,1 grados centígrados, fueron hallados los cuerpos de 70 delfines.
La causa más probable para la inusual mortandad fue la elevación de la temperatura del agua, según la bióloga Mariana Paschoalini Frias, de WWF-Brasil.
“De todas las variables analizadas hasta ahora, la que ha mostrado mayor alteración es la temperatura del agua, lo que refuerza la hipótesis de que la mortandad de los delfines está vinculada a los cambios climáticos, a los efectos del fenómeno de El Niño y a la sequía extrema”, afirmó.
Pese a que la temperatura máxima promedio del agua en el Lago Tefé es de 32 grados centígrados, en los últimos días de septiembre llegó hasta 40 grados centígrados, lo que “con seguridad generó estrés térmico en los animales”, explicó.
Aunque los responsables por la investigación identificaron en el lago un número inusual de ejemplares del alga Euglena sanguínea, que produce una toxina que puede provocar la muerte de los peces, los análisis en los delfines hasta ahora no han detectado ese tipo de sustancia en sus organismos.
Para evitar que los delfines sobrevivientes sigan concentrándose en las áreas del Lago Tefé con la temperatura del agua más elevada, precisamente en donde abundan peces que constituyen su alimento, los responsables por las tareas de rescate están construyendo una especie de barrera física con estacas de madera.
Los delfines, además, están siendo conducidos a áreas más profundas y menos calientes del Tefé, por los cerca de 100 voluntarios de 21 organizaciones que trabajan en su rescate.
La actual sequía en la Amazonía, la más grave en el último siglo, amenaza el abastecimiento de alimentos, combustibles y hasta agua en numerosas áreas de la mayor selva tropical del mundo.
Fuente: EFE.