Otra característica potenciada por la cuarentena, ante la imposibilidad de los desplazamientos y encuentros físicos, fue la de la interconectividad digital. Las plataformas de videollamadas y de videoconferencias conocieron de un auge inusitado, tanto para actividades laborales como para mantener reuniones sociales en línea.
El home office o trabajo desde casa se impuso como regla. Hubo que aprender a manejar plataformas digitales, como Zoom, Slack, Microsoft Teams, GoToMeeting, Skype, Google Meet, entre otras. Dejamos de darnos las manos y de abrazarnos como antes, y aprendimos a hacerlo a través de las pantallas. A pesar de los esporádicos cortes de luz y de conectividad, ingresamos de lleno a la era digital.