26 mar. 2025

Los Acuña, toda la vida con la música

Por Rocío Cáceres

De estreno.  Tito  Acuña con el arpa,  Digno Acuña y Rolando Ojeda  en voces y guitarras.

De estreno. Tito Acuña con el arpa, Digno Acuña y Rolando Ojeda en voces y guitarras.

El arpa jeroky, con el que el artista hace bailar el instrumento sin dejar de ejecutarlo, es la marca registrada de Tito Acuña (62), quien se inició en el mundo artístico desde pequeño. Y era de esperarse, ya que su padre Lidio Acuña López era profesor de música en Caballero, su pueblo natal, y en su hogar las polcas, guaranias y otras canciones paraguayas, siempre tuvieron espacio.

“Los instrumentos no faltaban en casa. Mi papá tocaba arpa, guitarra, contrabajo, acordeón y armónica en la iglesia; y a mamá también le gustaba la música”, cuenta Digno Acuña, hermano biológico y artístico de Tito.

Tito nació el 6 de agosto de 1952 y tres años después, el 22 de setiembre, nace Digno, quien también sintió atracción por la música desde niño, y escogió la guitarra como compañera de vida.

En la escuela, allá por el 59 –según refieren–, Tito y Digno ya realizaban sus primeras presentaciones. “Integrábamos un conjunto con un muchacho de mi pueblo, Pablo Rojas, que era guaíno”, recuerdan.

Así se hicieron conocidos y pronto se volvieron infaltables en los festivales y peñas de su ciudad. Años más tarde partieron a Asunción, y pronto su talento los llevó a los escenarios más representativos a nivel nacional e internacional. En su repertorio siempre se destacaron las canciones paraguayas.

Arpa jeroky. El arte del arpa jeroky, Tito lo implementó años más tarde, buscando marcar la diferencia, y vaya que lo logró. “Anteriormente había muchos artistas, como Enrique Samaniego, Lorenzo, Cristino Báez Monges, y cómo le iba a ganar a ellos, si todos son talentosos. Yo tenía que buscar una forma de salir de lo común”, rememora al recordar su primera incursión con el arpa jeroky.

“En la escuela de mi pueblo se hizo un festival y el premio era un corte de camisa cuadrillé. Yo estaba en el sexto grado, y como quería ganar empecé a hacer dos variaciones con mi arpa, uno era alzando arriba y luego llevando hacia atrás, sin dejar de tocar”, cuenta Acuña, recordando los inicios del arpa jeroky.

Tito ganó la camisa, que por cierto conserva hasta ahora, y sigue haciendo bailar al arpa, pero ahora con muchas otras variaciones. Aprendió mucho del arte mirando a Alfonso González, fundador junto a Quemil Yambay de Los Alfonsinos, quien también se destacaba en este peculiar arte.

nuevo disco. Unidos por la sangre, los afectos y la pasión por la música, los hermanos Acuña trabajan juntos desde hace décadas, y tienen en su haber numerosos conciertos, discos y premios.

Integraron varios grupos con grandes músicos; los últimos años los acompañó Juan Carlos Oviedo, y son considerados la voz de la canción Emilianore.

Desde hace siete meses, los hermanos Acuña comienzan un nuevo proyecto musical, esta vez en compañía del guitarrista y cantante Rolando Ojeda, con quien participaron en 2014 en el festival de arpas de México, que “fue todo un suceso”, comenta Digno.

Y esta nueva etapa la inician con su primer disco Los Hermanos Acuña y Rolando Ojeda cantan al Paraguay, Un nuevo canto para el canto nuevo. “Tiene 13 canciones, todas paraguayas, y dos temas inéditos: Adiós Paraná y Poema a Teodoro S. Mongelós. Los demás son todos temas conocidos, incluso Recuerdos de Ypacaraí, que fue grabado muchas veces, pero incluimos este tema porque nuestra intención es proyectarnos afuera”, comenta Ojeda.

Con este disco, el grupo viajara a Perú en mayo. “Después pasamos a EEUU y hacia finales de año está proyectado ir a México y España, si Dios y nuestra patrona, Santa Cecilia, lo permiten”, dicen entusiasmados los músicos.

“Este disco tiene también dos grandes grabaciones de dos grandes autores paraguayos; uno es En ti hallé consuelo, un solo de Félix Pérez Cardozo, y La cautiva, de Emiliano R. Fernández”, cuenta Tito Acuña.