Los resultados de los experimentos de campo, liderados por científicos de la Universidad de Zúrich, Suiza, se publican en la revista Nature Human Behaviour y los autores constatan que la cultura de los chimpancés “es más parecida a la humana de lo que se suele suponer”.
Los humanos tienen una cultura compleja que les permite copiar comportamientos de otros y, como tal, la cultura humana es acumulativa: las habilidades y tecnologías se acumulan a lo largo de las generaciones y se vuelven cada vez más eficientes o complejas.
Según hipótesis antropológicas, los chimpancés no aprenden de este modo, sino que pueden reinventar comportamientos culturales de forma individual.
Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Zúrich creen que esto no es así. Para demostrarlo, la profesora Kathelijne Koops, del Departamento de Antropología, realizó una serie de experimentos de campo en el monte Nimba (Guinea).
La primatóloga investigó si los chimpancés salvajes pueden, de hecho, inventar un comportamiento complejo como romper nueces de forma independiente y para ello se les presentó una serie de cuatro pruebas.
En primer lugar, se les mostraron nueces de aceite de palma y piedras, y a continuación los investigadores añadieron un fruto al montaje.
En el tercer experimento, se abrieron las nueces y se colocaron encima de las piedras, y por último se presentó a los chimpancés otra especie de nuez más fácil de romper (Coula) junto con piedras.
Los chimpancés visitaron los experimentos y exploraron las nueces y las piedras, pero no rompieron ninguna nuez, incluso después de más de un año de exposición a los materiales.
Un total de 35 grupos (o subgrupos) de chimpancés visitaron los experimentos, de los cuales 11 investigaron detenidamente los elementos.
Según las observaciones, los chimpancés eran más propensos a explorar los experimentos cuando los visitaban en grupos más grandes.
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Solo se registró a una chimpancé hembra comiendo del fruto puesto por los investigadores, pero en ninguna ocasión los animales rompieron o comieron las nueces de palma o de Coula.
“Nuestros hallazgos sugieren que los chimpancés adquieren comportamientos culturales más parecidos a los de los humanos y no inventan simplemente un comportamiento complejo de uso de herramientas como el de cascar nueces por su cuenta”, detalla Koops.
La presencia de un modelo del que aprender parece ser la pieza que falta, añade la científica: “Nuestros hallazgos sobre los chimpancés salvajes, nuestros parientes vivos más cercanos, ayudan a arrojar luz sobre qué es (y qué no es) lo que hace que la cultura humana sea única”.
En concreto, “sugieren una mayor continuidad entre la evolución cultural de los chimpancés y la de los humanos de lo que normalmente se supone, y que la capacidad humana para la cultura acumulativa puede tener un origen evolutivo compartido con los chimpancés”.