27 abr. 2025

Los colores del tajy adornan las calles y avenidas de Ciudad del Este

“Opatama roy ipoty ma tajy” (ya termina el invierno florecen los lapachos) dicen los abuelos cuando empiezan a florecer los lapachos. En Ciudad del Este las principales avenidas están teñidas con el rosado de las flores del popular tajy.

TAJY

REDACCIÓN | CDE

Además de hermosear la capital altoparanaense, este árbol característico del Paraguay posee diversas propiedades. Las flores que caen forman una alfombra natural.

El lapacho rosado es más conocido por tajy hú, cuando grande puede llegar a medir hasta 35 metros; copa poco densa con el follaje concentrado hacia los extremos de las ramas. La floración es muy llamativa porque ocurre cuando el árbol está sin hojas. Cuando caen todas las flores empiezan a salir las hojas.

Sus flores son tubuladas rosadas o a veces blancas, de 5 a 8 centímetros, muy vistosas. Su fruto en cápsula lineal posee hasta 35 centímetros de largo, castaño, con muchas semillas planas y aladas de 1 centímetro. Florece de mayo a julio y fructifica de agosto a octubre.

El lapacho se encuentra distribuido en la Región Oriental y bajo Chaco del país. El tajy con sus diferentes especies, tiene un sinfín de usos medicinales, legado principal de los indígenas guaraníes. Otras etnias indígenas como el nivacle, el ayoreo y lengua maskoy, también han aportado varios conocimientos sobre el uso de este árbol.

La madera del tajy es muy fuerte y alcanza alturas interesantes. Es muy utilizada para materiales de construcción como postes, marcos de puertas, ventanas y vigas.

Su forma y textura es muy apreciada en muebles artesanales como sillas, mesas, camas, armarios, portones para estancias, entre otras. El tajy escasea en los bosques naturales del Paraguay debido a la tala indiscriminada y al mal uso de su madera.

Mientras que el de color amarillo normalmente florece un poco después que los de color rosa, y casi en forma coincidente con el blanco. A la flor amarilla se le asigna propiedades curativas para el hongo, problemas renales e incluso para el cáncer del pulmón. Estas facultades, sin embargo, no están comprobadas científicamente.

El blanco es una especie que se ve en raras ocasiones; es una forma albina del lapacho rosado. Sólo se reproduce de gajos, ya que si se planta de semilla sale el lapacho de flor rosada.

Según los especialistas, el lapacho es muy sensible al frío y a la luz solar. Si viene un frío prolongado, los árboles tardan más en florecer.

Los guaraníes y otros grupos indígenas de la región utilizaban su madera para hacer utensilios y elementos varios. En Brasil al árbol se lo llama Pau D’Arco, o sea, palo de arco, porque con su madera fabricaban flechas.

Además, los indios lo tomaban en infusión para tratar distintas enfermedades como malaria, anemia, colitis, problemas respiratorios, resfriados, tos, gripe, fiebre, artritis y reumatismo.

En la actualidad, la madera del lapacho también es muy valorada por su gran calidad pero, en las últimas décadas el mayor interés que despierta esta especie vegetal está en sus virtudes como planta medicinal.

Según los datos se lo utiliza para calmar diarreas. En uso tópico para infecciones dérmicas, limpieza y desinfección de heridas, quemaduras y ulceraciones dérmicas; dermatomicosis (candidiasis) e inflamaciones osteoarticulares. Está contraindicado durante el embarazo por ser abortivo. (fuente Internet).

El nombre científico del Tajý rosado es Tabebuia heptaphylla. Es utilizado para aplicaciones medicinales como por ejemplo la elaboración del jarabe, preparado con las flores, se le atribuye propiedades contra la tos. La cocción de la madera y la corteza se usan para curar heridas.