“En la Constituyente, al crear la figura de la senaduría vitalicia, se tenía la idea de que todos los ex presidentes que reunieran los requisitos, electos democráticamente y no destituidos por juicio político, iban a querer ser senadores vitalicios, lo iban a ver como un cargo apetecible... También había la idea de que fuera un equivalente a una jubilación de los ex presidentes, estaba la idea de que fuera un cargo remunerado en el mismo nivel que el senador activo, y no un cargo honorífico”, dijo.
Lezcano Claude indicó que el principio era que los ex mandatarios continúen en la actividad política a manera de aportar sus experiencias y tener un espacio asegurado en la Cámara Alta por el resto de sus vidas.
“La idea no era que fuera un cargo meramente honorífico. Esa fue la idea que prevaleció, de que todo ex presidente iba a desear ser senador vitalicio, pero hasta ahora no se previó la remuneración para ese cargo, y quizás eso haya influido algo en querer rechazar el cargo, aun cuando exista la limitación de que tiene voz pero no voto”, expresó el ex constituyente.
Manifestó que en las discusiones de la Constituyente no se habló de que sea un cargo que debiera ocupar el presidente obligatoriamente, y aclaró que su opinión es que un cargo honorífico no puede ser imperativo, por lo que los mandatarios pueden rechazar este cargo y postularse a la senaduría activa, aunque reconoció que en la discusión de las inhabilidades señaló que no era necesario incluir al presidente porque pensaban que todos serían senadores vitalicios sin objeción.