Si bien la decisión de impugnar el uso del padrón nacional fue de la ANR, es decir, de los movimientos cartista y oficialista, los primeros en desmarcarse de la postura extrema fueron el presidente de la República y el vicepresidente-candidato. Mario Abdo y Hugo Velázquez hablaron de acatamiento institucional. “Yo respeto profundamente el fallo del TSJE, que le va a permitir trabajar con todos los padrones”, dijo Marito y acotó que no afectaba al Partido Colorado. “No lo veo como un problema, la Concertación por su naturaleza aglutina a todos los partidos y que quieran usar el padrón nacional no me parece una catástrofe”, se distanció de sus correligionarios que plantearon casi como un apocalipsis el fallo electoral.
Más tarde, el movimiento Honor Colorado hizo lo mismo. Aunque políticamente objetó su disidencia con el TSJE, recomendó a las autoridades partidarias “no apelar la resolución del máximo tribunal electoral ante la Corte Suprema de Justicia”.
Con este paso, los colorados, y especialmente los cartistas que fueron los que más se opusieron al uso del padrón nacional en la interna de la Concertación, dieron una sonora marcha atrás y echaron por tierra sus propios argumentos.
¿Por qué los colorados decidieron no usar la carta de la Corte Suprema, donde tienen mayoría? Primero, porque ya no tienen la certeza de la obediencia debida de varios de los nuevos miembros que cuidan la imagen institucional y son más sensibles a la crítica social. Además, el contexto nacional e internacional juegan fuerte en el escenario actual. No querían arriesgarse a una nueva derrota jurídica. Además, el fallo del TSJE fue un bumerán, ya que fortaleció de manera superlativa a la Concertación. Proseguir la batalla judicial solo iba a beneficiar aún más a la oposición. Algunos dirigentes alertaron que una nueva acción dejaba a la ANR en posición de debilidad. El miedo se huele. La persecución política favorece a la víctima. No querían repetir el manotazo de ahogado. Por ello abandonaron la batalla judicial.
DESAFÍO. Con el fallo favorable del TSJE, llega lo más desafiante a la Concertación: la organización de una megainterna con un padrón de cinco millones de electores. Es un acontecimiento inédito que requerirá alto consenso de los 23 partidos y movimientos que conforman la alianza.
El sistema electoral paraguayo está dibujado para beneficiar a los dos partidos tradicionales (ANR y PLRA), que manejan estructura, ejército y dinero para movilizar un aparato cuyo combustible principal es el dinero. Esta interna exigirá esfuerzo sobrehumano a los partidos y movimientos pequeños que decidieron disputar las grandes ligas. David contra Goliat.
Será un reto para todos, incluso para los liberales que corrieron el riesgo de abrir la caja de Pandora permitiendo que electores de todos los partidos intervengan en su interna.
El fallo electoral mejoró el clima de la Concertación porque actuó de argamasa de un gran archipiélago que hasta entonces tenía muchos puentes rotos. Le dio identidad en singular, en medio de su pluralidad.
Otro dato a destacar es que las diferencias se manejan de manera muy racional, en un ambiente armónico sin golpes bajos entre los contendientes. El discurso de los precandidatos se concentra a criticar el modelo colorado. Hay un enemigo común a derrotar, a diferencia de la sangrienta interna colorada, donde los precandidatos apuestan a la destrucción del otro replicando su vieja fórmula de oficialismo y oposición.
Esto cambiará a medida que se acerquen las internas (diciembre), pero por ahora parece haber un pacto de confrontar las ideas y propuestas con respeto y altura. Incluso las febriles negociaciones para conformar las chapas se dan con discreción, con pocas filtraciones, como cuidando que ningún sector se sienta excluido para evitar disgustos y fugas.
Aún queda mucho por andar. A fines de agosto se deben inscribir las chapas que disputarán la interna presidencial. Seguramente algunas alianzas generarán enojos. Allí se verá cuánto de madurez hay en la dirigencia opositora, que desde la ruptura por el juicio político a Fernando Lugo (2012) no ha logrado sanar totalmente las heridas y muchos prefieren mirar el espejo retrovisor que proyectar el futuro de un país que ha tocado fondo.
Por ahora, la Concertación es una, en medio de su diversidad. Si logran sobrevivir sus internas manteniendo ese espíritu de unidad y acatamiento de la voluntad popular sin atajos ni traiciones, llegarán al 2023 como una alianza fortalecida para disputar la madre de todas las batallas.
Textual
“Algunos fiscales están jodiendo. No es porque votaron nomás (en las internas coloradas). Basta de ser pusilánimes con gente que viola la Constitución y viola su propia ley, fiscales y jueces que tienen que impartir justicia. Esto es causal de remoción, ni un minuto más tienen que estar. Encima se están plagueando, están enojados porque se tienen que desafiliar. Quiénes se creen estos. No son intocables. Qué ejemplo les estamos dando al fiscal y al juez que cumplen la ley, que se desafilió y que no hace actividad partidaria, resulta que queda en off side porque los otros sí lo están haciendo y lo presionan” (senadora Desirée Masi).
Lo que hay que saber
YA ES LEY. Las tabacaleras y los clubes de fútbol serán controlados por la Seprelad. La ley fue aprobada tras el fracaso cartista en Diputados de evitar la lupa por lavado de dinero.
RUIDO INNECESARIO. Desde el FG plantearon que Fernando Lugo sea candidato a vicepresidente. Por ser una propuesta inconstitucional, la “broma” duró poco tiempo.
PLANTÓN. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dice no a la Cumbre del Mercosur que se realizará el jueves en el país. La Cancillería paraguaya hace lo imposible para persuadirlo.
JUSTICIA COLORADA. El Jurado de Magistrados decidió abrir una investigación a fiscales y jueces que votaron en las internas coloradas, a pesar de expresas prohibiciones legales.