“En los últimos 11 años creo que he pasado el 60% de mi tiempo pensando en Guardianes de la Galaxia. Ha acaparado toda mi vida, ahora hay una extraña situación en la que tengo que adaptar mi mundo a algo diferente a los Guardianes. Es difícil, pero francamente, también un gran alivio, por haber terminado la trilogía y haberlo hecho de forma que estamos orgullosos”, reflexionó James Gunn, director y guionista de la saga, ante la prensa.
En Guardianes de la Galaxia Volumen 3, el foco principal será esta vez Rocket, el mapache interpretado por Bradley Cooper, para explorar el desconocido pasado del personaje, resultado de una serie de experimentos científicos, lo que trae al frente la crueldad de la experimentación con animales.
“La historia habla de empatía con todas las criaturas vivientes”, explicó Gunn, que resaltó la necesidad de “ser consciente de que (los animales) tienen sentimientos y de que experimentan el dolor”.
El director asegura ahora que fue este nuevo enfoque lo que le hizo volver a Disney, que le despidió en 2018 al salir a la luz unos polémicos comentarios que realizó en Twitter en el año 2009.
“Era muy importante, la razón por la que elegí hacer esta película y volver a ella es porque sentía una profunda necesidad de finalizar la historia de Rocket”, aseguró el director, que defiende que contarla “implica añadir elementos brutales” a la película.
“Pero también tengo cuidado de no enseñarlo todo, creo que muchas de las cosas brutales en la película están más en tu mente que en lo que de verdad se ve”, agregó.
El duro pasado de este personaje, unido al duelo de Peter Quill (Chris Pratt) tras la muerte de Gamora (Zoe Saldaña), aportará un tono más oscuro a esta nueva película, que continúa aún así con su clásico tono humorístico y una icónica banda sonora que acompañará a los personajes durante la historia.
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La entrega supone una despedida de los guardianes, algo muy emotivo para todos ellos después de una década de trabajo.
“En muchas películas tienes a gilipollas con los que tienes que lidiar, tienes un puñado de problemas, la gente discute detrás de las cámaras y nunca os enteraríais. No es el caso en esta película. Las relaciones con cada una de las personas han sido para mí la parte más placentera de interpretar a este personaje”, expresó Chris Pratt.
Algunos confesaron ante los periodistas haber “tomado prestado” algunos objetos del set como recuerdo de estos últimos años, si bien unos fueron más atrevidos que otros.
Así, mientras Pom Klementieff (Mantis) explicaba que se llevó un molinillo y Zoe Saldaña contaba que solo guarda pósteres y sudaderas por miedo a las represalias de Marvel, Chris Pratt admitió tranquilo su amplia colección de objetos del universo Marvel, desde accesorios a decoraciones, e incluso el primer uniforme completo de Star Lord, que luego utilizaría para visitar a niños en hospitales.
La película, un adiós de esta inusual familia de héroes, llegará el 4 de mayo a España y América Latina, y el 5 de mayo a Estados Unidos.