Millonarios préstamos, corrupción, falta de insumos o la violación de la cuarentena sanitaria fueron algunos de los hechos que relegaron fuertemente los esfuerzos que Salud Pública viene implementando desde inicios de la pandemia.
A la fecha, Paraguay suma 13.233 personas contagiadas por el Covid-19, de las cuales 205 ya fueron víctimas fatales del virus.
Si bien, los contagios se dieron de forma paulatina durante los últimos cinco meses, bajo protocolos sanitarios, cuarentena inteligente y otras restricciones, hoy la situación ha tomado un giro y es cada vez más alarmante, según estiman las propias autoridades sanitarias.
Millonario préstamo y baja ejecución
A inicios de la pandemia se aprobó por medio de una Ley de Emergencia el millonario endeudamiento de USD 1.600 millones para hacer frente a la crítica situación sanitaria que atravesaba el país.
De ese monto, Salud fue beneficiado con USD 494 millones, sin embargo, se dio a conocer que hasta agosto solo ha podido ejecutar un 7,5% de ese total (USD 37 millones).
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Esto pese a que los fines centrales de la cuarentena y la implementación de la Ley de Emergencia fueron evitar la propagación del coronavirus y al mismo tiempo fortalecer el sistema sanitario estatal para garantizar una atención eficiente a los contagiados.
Si bien, se logró aumentar más de 200 camas de terapia para el sistema público, reactivos para detectar el virus y falta de equipos de bioseguridad y otras numerosas falencias se detectaron durante todos estos meses.
Fallida compra de insumos médicos
Una de las más polémicas compras tuvo que ver con el primer paquete de los insumos traídos de China, que en lugar de fortalecer la situación de los hospitales, derivó en procesos judiciales y en la renuncia de varios funcionarios de Salud.
Los insumos que llegaron para la provisión por parte de las empresas Eurotec SA e Imedic SA fueron totalmente rechazados porque no cumplían con las especificaciones técnicas solicitadas por la cartera sanitaria, que ya había abonado el 20% del monto total de este lote.
Esa primera entrega consistió en 12.000 protectores faciales, 9.000 protectores oculares, 1.800.000 mascarillas quirúrgicas, 48.000 trajes de protección biológica, 510.000 máscaras N95 y 15 camas hospitalarias.
En el marco de todo el escándalo, el Ministerio de Salud rescindió los contratos de compra de insumos y equipos con las empresas Eurotec SA e Imedic SA, luego de las denuncias sobre vicios en el proceso de adjudicación y también por el incumplimiento de las empresas en cuanto a la provisión de los productos.
Esto finalmente derivó en una investigación fiscal, donde los propietarios y directivos de ambas empresas, Justo y Patricia (hija) Ferreira, y otros sospechosos fueron imputados por contrabando, asociación criminal y producción de documentos no auténticos.
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Después de tres meses de procesos, Salud informó el pasado 20 de agosto que recibió el pago de las pólizas de fiel cumplimiento de contrato y de garantía de anticipo acordado en la licitación otorgada a ambas empresas, cuyo pago quedó a cargo de la aseguradora Patria SA de Seguros y Reaseguros.
Cancelación de licitaciones por presuntas irregularidades
Las presunciones sobre otros tipos de irregularidades en Salud Pública se intensificaron luego del informe presentado por la Comisión Especial de Supervisión de Compras Covid-19 (CESC), la cual se creó para verificar las transparencias de los procesos.
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En ese marco, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, anunció en junio pasado que 32 llamados fueron cancelados por recomendación de la Comisión.
Uno de los puntos resaltados por la comisión fue que en algunos casos no correspondía el uso del concepto de urgencia impostergable por Covid-19 o los precios de referencia de los productos presentaban incongruencias.
En medio del escándalo de los insumos chinos y los otros procesos terminaron renunciando la doctora Lourdes Rivaldi, de la Dirección General de Vigilancia Sanitaria y Alcides Velázquez, de la Dirección General de Administración y Finanzas.
Reclamo del personal de blanco por falta de insumos
Otro de los hechos que desacreditó a Salud Pública tiene que ver con las constantes manifestaciones que realizó el personal de blanco de diferentes hospitales del país.
En el caso del Hospital de Clínicas, recientemente el sindicato de trabajadores reclamó que no cuentan con insumos de bioseguridad y que incluso deben comprar con sus recursos para protegerse del virus.
En el Hospital de Trauma también protestaron por la falta de equipos y el pago de bonificaciones por exposición al riesgo, mientras que en el Hospital de Itauguá también se denunciaron en varias ocasiones que no contaban con mascarillas u otros insumos de protección.
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La operatividad de los laboratorios también se resintió durante unas semanas debido a la falta de reactivos para detectar el Covid-19.
Pese a los reclamos, el titular de Salud, Julio Mazzoleni, aseguró que existen todos los recursos que se requieren para hacer frente al Covid-19. No obstante, indicó que la complicación podría ser la distribución de los insumos.
Los reactivos ya están disponibles en varios laboratorios, además, varios procesos se encuentran en estado de provisión y otros en proceso de adjudicación, según confirmó Mazzoleni.
La boda de Sol Cartes
La boda de Sol Cartes, (hija del ex presidente de la República Horacio Cartes) y Patrick Blendin, que se realizó en plena pandemia de forma muy llamativa y “con protocolos especiales”, fue otro escándalo que generó indignación.
El evento se realizó el 15 de agosto pasado, con una ceremonia religiosa en la Catedral Metropolitana de Asunción y, posteriormente, la fiesta se llevó adelante en la ciudad de Altos, Departamento de Cordillera, con cerca de 150 invitados.
En un principio, las autoridades se lavaron las manos, ya que se hablaba de un protocolo especial establecido y diseñado para el caso. Sin embargo, desde el Ministerio de Salud culparon a la Fiscalía y a la Policía Nacional de la celebración.
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El director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, había señalado que la boda de Sol generaba una “sensación de inequidad y de injusticia tremenda”, atendiendo el poder económico del ex mandatario para poder pagar a todos los invitados la prueba y pasarse por alto las recomendaciones de Salud.
La Fiscalía investigará la supuesta violación de medidas sanitarias en el evento tras las fuertes críticas y cuestionamientos.
La salida del viceministro de Salud
El escándalo más reciente tiene que ver con la renuncia del viceministro de Atención Integral a la Salud y Bienestar, Juan Carlos Portillo, quien dimitió a su cargo tras darse a conocer un video donde participó en una fiesta sin cumplir las normas sanitarias.
La difusión del audiovisual en las redes sociales generó mucha indignación ciudadana, ya que el alto funcionario no cumplió con las medidas sanitarias, pese a pregonar por ellas todo el tiempo.
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El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, no tardó en informar sobre la aceptación de su dimisión, mientras que este lunes, Portillo pidió disculpas sobre “el mensaje equivocado” que transmitió a la ciudadanía.
Todos estos hechos han generado numerosas críticas y cuestionamientos por parte de la ciudadanía. Asimismo, debilitaron la lucha que en un principio Salud Pública inició a fin de combatir el virus.
Paraguay es uno de los países menos afectados por la pandemia, pero más allá de esto, la corrupción y la impunidad que afecta al sistema público quedaron nuevamente en destaque.
