A veces, la historia está viva en la memoria de los pobladores más antiguos de una comunidad, como la de Hugua Bombeo, Juan de Mena, quienes la oyeron de sus abuelos y la volvieron a contar a sus nietos, narrando cómo hace más de un siglo y medio, el 21 de agosto de 1869, un grupo de heroicos soldados al mando del general Ignacio Genes, en tremendas condiciones de inferioridad, lograron contener a las tropas aliadas, en el Paso de Arroyo Hondo para que el mariscal Francisco Solano López y el resto de los sobrevivientes de cinco años de guerra puedan seguir su marcha hacia Cerro Corá.
“Nosotros no conocíamos esta historia, hasta que nuestros padres campesinos, tras una larga lucha social, obtuvieron la expropiación de su tierra en 1991, se asentaron en la colonia Regina Marecos y empezaron a escarbar la tierra para cultivar. Sorpresivamente, encontraron sables, fusiles, balas de cañón. Así como descubrimos que aquí estuvo el campamento del mariscal López y que se libró un importante combate, que no figura en los libros de historia”, nos cuenta Mario Amarilla, mientras nos muestra el vasto campo donde se libró la batalla, a 18 km del centro urbano de Juan de Mena.
Amarilla es el presidente de la Comisión Pro Museo Mbururú, de Regina Marecos, que encabeza el grupo de pobladores que desde hace dos años vienen rescatando las evidencias históricas en torno al desconocido combate de Pozo Hondo. Buscan que los historiadores les ayuden a reparar 152 años de olvido y le hagan un sitio a la epopeya rescatada de su pueblo en las conmemoraciones por el sesquicentenario de la Guerra Guasu.
LIBRO Y PELÍCULA. El primero en responder fue el escritor e investigador Marcos Ybáñez, quien se enteró por un posteo en las redes sociales de que los pobladores estaban desenterrando evidencias del combate. Hace un año llegó hasta el lugar con un equipo de artistas audiovisuales y empezó a entrevistar a los lugareños más antiguos, a recorrer los sitios históricos y a recoger testimonios.
El resultado es el libro Las huellas de López y la película documental López rapykuerere, que se presentó ayer en el tinglado municipal de Juan de Mena, con la presencia del gobernador de Cordillera, Hugo Fleytas; los senadores Sixto Pereira y Pedro Santacruz; el presidente de la Comisión Sesquicentenario de la Campaña de la Cordillera, Almide Alcaraz; el intendente local, Julio César Antúnez, y los historiadores David Velázquez Seiferheld y Margarita Miró Ibars, que asesoraron las tareas de rescate.
“Solo soy alguien que ayuda a que la historia oral se traslade a la documentación escrita y audiovisual. Los verdaderos historiadores aquí son los propios pobladores, que atesoraron en la memoria una historia desconocida para que no se pierda. Ahora la historia de la Guerra Guasu es mucho más rica, porque le estamos agregando nuevos capítulos sobre la última etapa de la marcha de López y su ejército hacia Cerro Corá”, destaca el autor Marcos Ybáñez.
EL COMBATE. En el libro se rescata que Juan de Mena se denominaba antiguamente Mbururú, que en guaraní significa “mugido de vacas”. En ese lugar estuvo una de las “estancias de la Patria” en épocas del gobierno del doctor Gaspar Rodríguez de Francia (1816-1840) y había mucho ganado vacuno, debido al alto contenido de sal en el suelo.
El combate de Pozo Hondo, al que hacen alusión los pobladores, ocurrió el 21 de agosto de 1869. Tras las batallas de Acosta Ñu (16 de agosto), y Ka’aguy Juru, actualmente Isla Pucú (18 de agosto), López y los sobrevivientes llegaron a la región el 19 de agosto, según describe en muy pocas líneas el coronel Juan Crisóstomo Centurión.
“El 19 de agosto, al mediodía, llegó el Mariscal López a Mbururú, al paso del arroyo Hondo y después de unas cuantas horas de descanso, vadeó a caballo dicho arroyo, que llegaba hasta la cincha, con el fondo desigual y fangoso”, relata Centurión.
López pernoctó en una estancia cercana, llamada San Miguel, que perteneció a su hermano, Benigno López, pero gran parte del ejército y la población civil que lo acompañaban, con unas 12 carretas estiradas por bueyes, estableció su campamento en Pozo Hondo.
En el libro Las huellas de López”, con base en los testimonios orales recogidos, Marcos Ybáñez narra que los miembros del ejército del mariscal “fueron alcanzados el 20 de agosto por la caballería enemiga”. Se dispuso que un grupo de soldados, al mando del general Ignacio Genes, se quede en el sitio para contener al poderoso ejército aliado.
El combate fue principalmente de disparos de cañones desde ambas posiciones, que duró entre dos a tres horas. Por eso, el lugar quedó conocido como Hugua Bombeo, aunque algunos lo nombran erróneamente como Hugua Bombero. La pelea de Pozo Hondo “provocó la muerte de 27 hombres y algunos heridos, mientras del lado aliado las bajas fueron 14 muertos y 7 heridos”, destaca Ybáñez.
HEROÍSMO. Los combatientes de Pozo Hondo lograron ganar tiempo para que López y el resto puedan seguir su marcha hacia San Estanislao, en el largo periplo bélico que acabaría el 1 de marzo de 1870 en Cerro Corá.
Aunque la mayoría de los historiadores sostienen que el último episodio de la Campaña de las Cordilleras fue la batalla naval de Vapor Cué, el 18 de agosto de 1869, Ybáñez y los pobladores de Mbururú sostienen que no es así. Hay que corregir los libros de historia y hacer resurgir a los héroes anónimos. Las numerosas reliquias que se están rescatando para el futuro museo demuestran que la última batalla de Cordillera fue la del Paso del Arroyo Hondo, el 21 de agosto de 1869.
“Hay historias que nunca fueron contadas”
“Es increíble, pero a más de 150 años de la Guerra de la Triple Alianza aparecen episodios de la historia que nunca fueron contadas en los libros, pero que sobreviven en la memoria oral y aportan nuevos capítulos a la memoria de nuestro pueblo”, destaca el historiador David Velázquez Seiferheld, quien junto a la también historiadora Margarita Miró Ibars asesoraron el rescate del Combate de Pozo Hondo en el libro de Marcos Ybáñez.
Velázquez valoró especialmente los testimonios de antiguos pobladores, como el del taita Hermógenes Cáceres, quien relató las versiones que a su vez había recibido de su padre y su abuelo.
“Aquí las huellas de López no se han borrado, permanecen en nuestra memoria, aunque no hayan estado en los libros. Desde nuestro arandu ka’aty, queremos cultivar en la mente de nuestros hijos y nietos el conocimiento, el amor a la historia, la tierra que nos dio vida, que defendieron y forjaron nuestros antepasados”, dice el abuelo Cáceres, quien desenterró en su chacra muchas reliquias de la guerra y las puso a disposición del futuro museo.
PROYECTO. El Museo de Mbururu aún está en proyecto. Mario Amarilla y su equipo han empezado a juntar las muchas reliquias de la guerra para que no se pierdan. Ya cuentan con un terreno, pero necesitan fondos para la construcción y sobre todo el respaldo de expertos del Gobierno.
“Hemos enviado una nota al ministro de Cultura, Rubén Capdevila, solicitando orientación técnica para este trabajo, pero hasta ahora no hemos recibido ninguna respuesta. El senador Pedro Santacruz está gestionando que el Congreso declare este lugar como un patrimonio histórico, eso será de gran ayuda para avanzar. Ahora tenemos la promesa del gobernador de Cordillera y del intendente de nuestra ciudad de levantar un lindo monumento en el lugar donde se libró el combate, para que la gente pueda visitar y conocer”, destaca Amarilla.
El docente Almide Alcaraz, gran propulsor de los sitios históricos de Cordillera, señala que fue una grata sorpresa conocer que hubo un importante combate en Mbururu, que no figuraba en los libros. “Estamos encontrando otras historias que tampoco eran conocidas, pero que son auténticas. Las muchas reliquias de la guerra encontradas en el sitio así lo confirman, pero hace falta realizar una investigación más a fondo para lograr la puesta en valor, incorporando a Mbururu en la ruta de los sitios históricos de Cordillera y de todo el Paraguay”, enfatizó.