El Pantanal, el mayor humedal del planeta, y que es compartido con Bolivia y Paraguay, pero con el 56% de su superficie en suelo brasileño, es el ecosistema más afectado por las llamas este año en el gigante sudamericano.
Durante este 2020, los incendios en el Pantanal aumentaron más de un 230% en relación con 2019 y, según datos del Laboratorio de Aplicaciones de Satélites Ambientales (LASA) de la Universidad Federal de Río de Janeiro, las llamas ya devastaron el 15% de las casi 14 millones de hectáreas que abarca este bioma en Brasil.
Los fuegos llegaron al parque Encontro das Aguas, ubicado cerca de la frontera con Paraguay y uno de los lugares más turísticos de este bioma por concentrar el mayor número de jaguares del mundo.
Con una extensión cercana a las 109.000 hectáreas, el parque está situado en Porto Jofre, un asentamiento del estado de Mato Grosso, en el norte del Pantanal brasileño.
Datos oficiales estiman que allí viven ocho jaguares por cada 10.000 hectáreas, por lo que es posible ver hasta 15 de estos animales en una semana, lo que hace del parque un apetecido centro turístico para observar a los felinos.
Una especie vulnerable
Expertos de diversas organizaciones que promueven la conservación del jaguar señalaron a EFE que, a pesar de las destrezas de este animal -el tercer mayor felino del mundo después del tigre y el león y el más grande del continente americano-, las llamas lo están afectando fuertemente, ya sea por quemaduras directas o por la devastación de su hábitat.
Conocido científicamente como “panthera onca” y en Brasil como “onça pintada”, el jaguar puede llegar a medir 1,80 metros de largo y alcanzar un peso de hasta 150 kilogramos, por lo que es considerado el más robusto de su especie, por encima del leopardo y el guepardo.
De acuerdo con la organización no gubernamental Procarnívoros, existen cerca de 87.000 jaguares en Brasil, la mayoría de los cuales en la Amazonía y en el Pantanal.
“Los jaguares adultos tienen una capacidad de desplazamiento más rápida, pero la intensidad del fuego es tan elevada que hasta ellos están siendo quemados”, aseguró a EFE Ricardo Bulhosa, presidente de esta ONG.
Pese a no estar en vías de extinción en el gigante sudamericano, este felino es considerado como “una especie casi amenazada” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y como vulnerable por el Ministerio de Medio Ambiente.
Por ser carnívoros, están a la cabeza de la cadena alimenticia y son considerados fundamentales para el equilibrio de los ecosistemas.
“Ellos comen desde caimanes, hasta tapires y cerdos de la selva (también conocidos como pecarís o tatabros). Son depredadores, están a la cabeza de la cadena alimenticia y necesitan de un ambiente preservado para sobrevivir”, aseguró a EFE Gustavo Greenbond, biólogo de Instituto SOS Pantanal.
Según el experto, cuando los incendios acaben en el parque y en el Pantanal es probable que muchos jaguares adultos sobrevivan, pero como varios de los animales que integran su alimentación habrán muerto, disminuirá la posibilidad de supervivencia de estos felinos.
Esto obligará a los carnívoros a disputar territorios con otros jaguares y a desplazarse a lugares más habitados por el hombre.
De acuerdo con el especialista, en haciendas y fincas encontrarán gallinas, perros, vacas y otros animales domésticos para alimentarse.
Sin embargo, encontrarán al hombre, proclive a atacar a los jaguares en ambientes urbanizados.
La mayoría de los incendios provocados por el hombre
El Pantanal perdió por los incendios en los primeros ocho meses de 2020 el equivalente al número total de los seis años anteriores sumados, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe).
Reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en el Pantanal conviven unas 600 clases de aves, 124 especies de mamíferos, 80 tipos de reptiles, 60 clases de anfibios y 260 tipos de peces de agua dulce.
Los incendios de este año en su mayoría han sido causados por el hombre y solo en un pequeño porcentaje ha sido producto de la propia naturaleza. “Estimamos que hoy más del 95 % de los incendios son de origen humano”, indicó Greenbond.
El biólogo recalcó que si bien varios de ellos son causados por personas que están limpiando el terreno para una nueva siembra y “muchos sí son criminales y son de personas que lo hacen por hacer daño”.
Pese a que este año la sequía ha sido más fuerte, es una problemática que se viene observando desde un par de años atrás y que cada vez se registra con más fuerza por los cambios climáticos que alteran, entre otros, los ciclos naturales de las lluvias.
Para contener los incendios, bomberos, brigadistas voluntarios, funcionarios locales y del Gobierno nacional, así como miembros de las Fuerzas Armadas, forman parte del equipo que combate las llamas en el Pantanal, ayudados por la comunidad local.
“Están ayudando mucho en el conocimiento práctico de la región para combatir ese fuego, para intentar aislar áreas y mantener la biodiversidad del Pantanal”, aseguró en un mensaje enviado a Efe desde Porto Jofre, la localidad que concentra los actuales incendios del Pantanal, Fernando Tortato, investigador de la ONG Pantera.