Conforme a los estudios del ecologista Oisin Sweeney, habría entre 15.000 y 20.000 koalas salvajes en el oriental estado de Nueva Gales del Sur, que el pasado verano austral sufrió devastadores incendios, si bien las cifras de animales son complicadas de establecer, apunta un informe de un comité del senado regional.
“Antes de los incendios, los guardabosques nos habían informado que los koalas que se llevaban para cuidarlos estaban deshidratados y desnutridos debido a la sequía, las olas de calor y la escasez de agua”, dijo a los periodistas Cate Faehrmann, presidenta del comité.
Los incendios del pasado verano austral mataron al menos a 5.000 koalas de acuerdo con el informe parlamentario, que recalca que “la continua destrucción de sus hábitat en favor de la agricultura, el desarrollo, la minería o la silvicultura han impactado severamente a la mayoría de las poblaciones de koalas durante varias décadas”.
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En años previos a estos incendios forestales, los koalas ya afrontaban una difícil situación por los periodos de fuertes sequías y la fragmentación de sus hábitats por el desarrollo humano, de acuerdo con el documento al que tuvo acceso EFE.
A estas amenazas se suman el impacto del cambio climático, accidentes al cruzar carreteras, los ataques de otros animales salvajes y domésticos y la enfermedad de la clamidia, que les provoca lesiones en los genitales y los ojos, les causa infertilidad y ceguera, y los consume lentamente hasta la muerte.
Tras la publicación del informe, que dio 42 recomendaciones, la filial australiana del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés) pidió la actuación inmediata del Gobierno para modificar las leyes de desmonte y tala de árboles en Nueva Gales del Sur.
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“El gobierno de Nueva Gales del Sur no ha podido impedir que el núcleo del hábitat de los koalas sea arrasado en tierras privadas o talado en los bosques estatales costeros. No hay árboles, no hay koalas”, dijo en un comunicado Stuart Blanch, portavoz de WWF-Australia.
Un informe de WWF publicado en 2018 reveló que desde que se eliminó la Ley de Vegetación Nativa en agosto de 2017, la tasa de la tala de bosques se ha triplicado hasta totalizar las 8.194 hectáreas en el Norte del citado estado australiano.
El koala (Phascolarctos cinereus), que en lengua aborigen significa “sin beber” —en alusión a que el 90% de su hidratación proviene de las hojas de eucalipto que come—, es endémico de Australia y está considerado como especie vulnerable en varios territorios del país.