La directora de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, la venezolana Saadia Sánchez, concretó este miércoles el acuerdo con los kallawayas en el Ministerio de Culturas de Bolivia.
Sánchez participó en rituales de agradecimiento a las deidades andinas, con danza y música indígenas en un acto preparado por los miembros de esta milenaria cultura de la zona andina de Bolivia.
La coordinadora de la Unesco en el Ministerio de Culturas, Carmen Beatriz Loza, explicó a Efe que el organismo aportará 150.000 dólares para ayudar a la protección de esa tradición, pero también los kallawayas harán aportes económicos y en especie.
Los kallawayas tienen un gran prestigio como herbolarios que ejercen su medicina ambulante y cuyos antepasados asesoraban a la elite inca y trataban a los españoles durante la colonia.
Los médicos indígenas recordaron hoy que en siglo XIX fueron contratados para curar una epidemia de malaria en el Canal de Panamá con ayuda de la quinina, por lo que, en 1896, fueron invitados a participar en una exposición de hierbas en París.
Loza destacó que entre 1888 y 1915 los kallawayas viajaron a Panamá varias veces para curar los brotes de paludismo.
El proyecto que apoya la Unesco nace de la necesidad de que los jóvenes de esta cultura que deciden no asistir a la universidad tengan una “formación de excelencia”, para el siglo XXI, en la tradición de sus abuelos, subrayó la investigadora.
Los saberes se transmitirán en talleres en los municipios andinos de Curva y Charazani, dos de los reconocidos centros de la cultura Kallawaya, que tiene el rango de patrimonio mundial desde el 2008.
Los conocimientos se trasmitirán a los 25 jóvenes con un modelo pedagógico propio de la comunidad y se impartirán en quechua y en el idioma machaj juyay (lengua de familia), que solo se habla dentro de este grupo.
“Necesitan los kallawayas afianzar a las nuevas generaciones, tanto en el ámbito de su cosmovisión, como de su formación médica”, sostuvo Loza, que es una reconocida investigadora de esta cultura.
El proyecto incluye, además, talleres dirigidos a periodistas para que se acerquen a esos saberes antiguos y seminarios abiertos al público sobre el empleo de las plantas en la medicina indígena.