La profesora de Ciencias Planetarias del Laboratorio Planetario y Lunar Jessica Barnes y su equipo de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) analizaron químicamente un trozo del meteorito conocido como Black Beauty o Northwest Africa 7034, así como el Allan Hills 84001, a fin de reconstruir la historia del agua y los orígenes planetarios de Marte.
Su análisis apunta a que probablemente recibió agua de, al menos, dos orígenes o fuentes diferentes a comienzos de su historia.
La variabilidad que hallaron los expertos implica que ese planeta, al contrario que la Tierra y la Luna, nunca tuvo un océano de magma rodeándolo.
“Estos dos orígenes de agua diferentes en el interior de Marte podrían estar contándonos algo sobre el tipo de objetos que estaban disponibles para fusionarse en el interior de los planetas rocosos”, señaló Barnes en el citado estudio.
La científica sostuvo que “dos planetesimales distintos con contenidos de agua diferentes podrían haber colisionado y nunca haberse mezclado”.
Este contexto, de acuerdo con Barnes, es importante para “comprender el pasado de habitabilidad y astrobiología de Marte”.
Muchas personas han tratado de establecer la historia del agua de ese planeta, formulándose preguntas como: "¿De dónde viene el agua? ¿Cuánto tiempo estuvo en la superficie de Marte? ¿De dónde vino el agua interior de Marte? ¿Qué nos puede revelar sobre cómo se formó Marte y evolucionó?”
Ante esas cuestiones, el equipo científico pudo trazar la historia del agua de ese planeta buscando pistas en dos tipos de isótopos de hidrógeno: uno con un protón en su núcleo, llamado hidrógeno ligero, y un segundo denominado deuterio, con un protón y un neutrón en el núcleo, conocido como hidrógeno pesado.
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Según los expertos, el radio de esos dos isótopos de hidrógeno indica el proceso y los posibles orígenes del agua en las rocas, minerales y cristales en los que se han hallado.
Durante unos 20 años, los investigadores han ido guardando los radios isotópicos de los meteoritos de Marte.
Los científicos emplearon medidas de los meteoritos e investigaron la composición del isótopo de hidrógeno de la corteza marciana, analizando de manera específica muestras que se habían originado de la corteza: los meteoritos Black Beauty y Allan Hills.
Gracias a esto, pudieron formarse una idea del aspecto que tenía la corteza de Marte hace varios miles de millones de años.
Barnes recuerda que antes de iniciar su trabajo, la hipótesis predominante apuntaba a que el interior de Marte era más como la Tierra en cuanto a su composición y no estaba fraccionado, una idea procedente de un estudio de un meteorito marciano originado en el manto.
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Sin embargo, sus experimentos los llevaron a hallar dos tipos diferentes de rocas volcánicas de Marte -los llamados shergotty enriquecidos y los shergotty mermados-, que contenían agua con diferentes radios de isótopos de hidrógeno.
Los expertos observaron que los primeros acumulaban más deuterio que los shergotty mermados, que eran más como en la Tierra.
Consideraron que esos shergotty registran las huellas de dos diferentes tipos de almacenes de hidrógeno -y por extensión, de agua- dentro de Marte, y esa diferencia apunta a que más de una fuente u origen podría haber proporcionado agua al planeta y a que no tenía un océano de magma.