También, en el oratorio Caacupemí, de esta localidad, se realizó una reunión entre los padres de familia, preocupados por el avance del consumo de drogas y la libre circulación de los traficantes, por un lado, y los efectivos policiales y de las Fuerzas Armadas, por el otro, donde debatieron sobre el drama que cada vez va en aumento, sin que los principales microtraficantes sean molestados por las autoridades.
Los vecinos, por otra parte, insisten en la necesidad de la incursión de agentes de la Senad en la zona para combatir la venta de drogas.