“Si no hubiera sido por nuestro Gobierno, el que empezó en 2003, Yacyretá no estaría terminada y entonces no habría ningún motivo del que hablar sobre Yacyretá", dijo Fernández tras reunirse durante una hora con el mandatario paraguayo en el Palacio de Gobierno de Asunción.
La presidenta declaró que hablaron de “cómo terminar de resolver los problemas y fundamentalmente comenzar y proseguir las obras que le van a dar mayor potencia a Yacyretá, mayor poder de generación de energía y por ende mayores recursos”.
Paraguay y Argentina comenzaron en junio, al cumplirse los 40 años de su entrada en vigencia, la revisión del tratado que rige la administración de la hidroeléctrica Yacyretá, de propiedad conjunta.
La construcción de Yacyretá comenzó en 1983 y la obra fue inaugurada en 1998, aunque aún no estaba concluida. El año pasado la presa produjo 20,1 millones de megavatios hora.
Entre los temas que ya se han puesto sobre la mesa está la gestión conjunta de la presa, la compensación por el territorio inundado por el embalse, la venta de energía y la situación financiera de la Entidad Binacional que gestiona la presa.
Paraguay solo emplea una pequeña parte del 50 % de electricidad que le corresponde y según el tratado original el valor de venta del excedente se debía basar en el costo de producción, pero ese mecanismo nunca se aplicó.
En su lugar, en 1992 los gobiernos establecieron una tarifa fija, de 0,03 dólares por kilowatio/hora, que debería estar vigente hasta 2048, el término de vida útil de la presa.
“Son temáticas que nos son comunes y que muchas veces desde distintos lugares tratan de enfrentarnos y distraernos y ponernos como antagonistas cuando todo nos une, como por ejemplo Yaycretá", insistió Fernández.
“Continuar las obras y continuar ampliando es seguir trabajando para el Paraguay y para Argentina”, añadió la presidenta, que vino acompañada de su ministro de Economía, Axel Kicillof, y del de Planificación, Julio De Vido, “dos pilares fundamentales” para abordar “todos los problemas y fundamentalmente soluciones”.
La presidenta argentina recordó los históricos vínculos entre las dos naciones, y acompañada por una gran comitiva de gobernadores provinciales y legisladores de su país, pidió a Cartes que “no se amilane ante las críticas” a pesar de “alguna sea portada de diarios” que de vez en cuando les sacude a ambos, según dijo.
“Cada vez que vengo me siento como en mi casa y orgullosa de ser recibida con tanto cariño y afecto por las autoridades y el pueblo paraguayo”, manifestó.
El presidente paraguayo agradeció la segunda visita oficial de su colega argentina desde que él asumió el poder el pasado 15 de agosto y dijo sentirse honrado por la comitiva de ministros, amigos y gobernadores argentinos.