Los familiares del ex vicepresidente de la República, Óscar Denis, y del suboficial Edelio Morínigo, ambos secuestrados por el grupo terrorista, cuestionaron duramente que la reclusa Carmen Villalba, ex líder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), haya podido despedirse de su hermano Osvaldo Villalba, quien fue abatido por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y se encontraba al mando del grupo armado.
“Este país da para cualquier cosa. Un circo. Los criminales y los terroristas tienen más derechos que los secuestrados”, manifestó Beatriz Denis, hija de Óscar Denis, quien permanece secuestrado más de dos años por el EPP.
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Asimismo, sostuvo que no tiene palabras y que la consecuencia de perder la libertad es precisamente no poder ir o asistir a lugares.
“No sabemos dónde están nuestros familiares. Esto es un circo, más que indignadas (estamos por esta situación). A ella (Carmen Villalba) le pedimos que nos reciba, que nos diga algo de papá. Esto ya es el colmo”, lamentó. No es la primera vez que la familia pide respuestas a Carmen Villalba y piden reunirse con ella.
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Por su parte, doña Obdulia Florenciano, madre del suboficial Edelio Morínigo, secuestrado hace ocho años, reconoció que siente mucha rabia, impotencia y dolor tras el ingreso del féretro al Buen Pastor y recuerda a su hijo, quien está perdido por el momento y de quien nunca más se supo.
En ese sentido, criticó a los activistas por los derechos humanos y sostuvo que privilegian a los criminales, secuestradores y bandidos en Paraguay. En medio de su dolor, los calificó de antihumanos y a las autoridades de incompetentes, por llevar el cuerpo de un presunto criminal y nunca entrar al monte con policías a buscar a su hijo.
La mujer cuestionó que los familiares de Carmen Vilalba tengan tantos privilegios, a diferencia de los familiares de los secuestrados y las víctimas de secuestro.
“Los familiares estamos sufriendo años y años por esta situación”, aseveró, a la vez de recordar que intentó conversar en vano con Alcides Oviedo Brítez, ex pareja de Carmen Villalba y también ex líder del EPP.
Liliana Urbieta, hija de Félix Urbieta, secuestrado en el año 2016 por el Ejército del Mariscal López, sostuvo que este martes murió la razón, el sentido común, el deseo de hacer bien las cosas y de buscar la paz, pero que ya venía agonizando hace muchos años, cuando ya no sabíamos como sociedad distinguir los valores que debían adornar a todas las clases sociales y cuando los niños comenzaron a querer ser narcos y las niñas a dejar de querer ser princesas para convertirse en muñecas de la mafia y del crimen organizado.
Remarcó que la razón ya venía agonizando cuando comenzaron los secuestros en el país y que la agonía siguió con los policías y militares que fueron ejecutados, donde sus viudas e hijos aún siguen llorando sus pérdidas.
“Eso no solo termina ahí. Si nos ponemos a pensar cuántas almas inocentes fueron arrebatadas por Osvaldo Villalba y la organización a la cual pertenecía. Personas que ni siquiera eran parte del conflicto fueron asesinadas por el miserable Osvaldo Villalba, ruin, patético y cobarde cabecilla del terrorismo. Ayer no te llevó el Estado, sino que fuiste víctima de tus propios actos de violencia, quien a hierro mata a hierro muere”, expresó Liliana Urbieta.
La abogada y familiares de Carmen Villalba recibieron autorización este martes para ingresar el cuerpo de Osvaldo Villalba a la penitenciaría de mujeres Buen Pastor. Inicialmente, se tuvo una respuesta negativa y, posteriormente, se permitió el ingreso al lugar con el féretro.
Osvaldo Villalba, alias Comandante, fue asesinado a tiros junto a otros miembros del EPP, como Luciano Argüello y un indígena adolescente con el alias de Simón.
Antes de enfrentarse a los militares, los integrantes de la banda mataron a dos indígenas Paĩ Tavyterã, identificados como Alcides Romero y Rodrigo Gómez González. Además, presuntamente iban a asesinar a más personas de la comunidad por negarse a colaborar con ellos.
Finalmente, la llegada de agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta permitió abatir a tres miembros del denominado grupo terrorista.